Tal que así

Últimamente lloro más de lo estipulado en el contrato.

Y eso que yo mismo redacté y firmé en aquella oportuna partida que de mano se firmaba a mi favor como un flagrante poker de ases.

(Iluso al uso).

Alegato tanto en pro como en contra , dependiendo del marcó incomparable que se intuya en cada sensación innata que de su vientre se viera parido.

En mi caso...fué un aborto macabro de versatilidades tan anexas como las pústulas que de urticarias se ven refrendadas en cada sílaba que concibo.

Viendo presta la muerte como concepto obvio y dado que en mi latitud se diversifican lo mejor y peor de ambos trópicos me planto con una simple pareja de sietes.

Porque no hay mejor farol que engañar a la vida mientras no necesites gafas para ver tus cartas.

Que no eran ases...que no.

A.A.A.