Tal vez, la mar, y solamente...

TAL VEZ, LA MAR, Y SOLAMENTE...


Siesta del oro, tarde llana,

reposa el cuerpo por los sueños;

tarde de mar en la solana,

espuma blanca entre los leños.

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Vaivén de carmín y amapolas,

reflujo de lunas y sales;

ellos oirán tus caracolas

yo en la orilla con tus rosales.

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Vuela el alma por lo absoluto,

entre escamas de plata breve;

concede el compás su atributo

al cielo que todo lo mueve.

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Tal vez, la mar, y solamente,

por atracción multiplicada,

tal vez, también, cansinamente

me envuelve, suma, en su mirada.

eduardocarpio

29 de noviembre de 2013

 

Gracias por compartir este bello poema con los encantos del mar

Saludos Eduardo

 

Es un honor visitarlo. Felicidades.

Saludos,

 

Pura poesía, Eduardo y no es adulación. Tus poemas son de mucho valor. Me transportas a los sitios que describes tan bien.
Un abrazo y mis estrellas

 

Unas cuartetas eneasílabas de armonía esplendida, Eduardo. Evocaciones marinas de notable belleza poética.
Un abrazo y toda mi admiración.

 

Mariluz, Rogelio, Epimeteo, Luis

Os agradezco vuestros comentarios y por una vez me concedo la licencia de decir que estos versos los siento real y especialmente gozosos. Pesan lo que dicen y por ello tan queridos, mas aún, aunque pudieran ser dichos -sin duda- bajo formas más sutiles, me quedo con esta versión, aunque ignore la razón que no el pareado. Hecha la concesión, os reitero mi agradecimiento por vuestras lecturas. Un abrazo. eduardocarpio