Tal..., y Tal

TAL​

Tantas cosas ya se han dicho de lo que quiero hablar, que Tal pecaría de discreto, si dijera lo que cuento, sin siquiera comenzar. Por ello digo Tal, y así lo pienso, que el escrito verdadero adolece de invención, y si ornado va por fuera, dentro sólo, Tal, es un tostón. La verdad no vende joya, es la joya en su renglón, y si viste de artificio, su verdad queda desierta, porque nos muestra la sujeción, a la regla del oficio con bellas letras de escritor. Uno cuenta con el ingenio, y lo otro Tal, narra el historiador. El intervalo Tal de ambos casos, es tan fino, que Cleopatra Tal, a dos amó. Que se sepa, murió por un imperio, cuando el romano Tal, también murió, y acordándose de aquel Egipto, a un Tal Tolomeo resucitó. De Pedro a Pedro, de Juan a Juan, todo es invento, cuando al decir: que la Maguda ojerosa, quedose triste sin su Gulay… Galanos Tal, vinieron de rosa, fulanos en nombre de Tal, que Tal era el Dios Mirigaña, gigante que nos engaña con un disparate to Tal.

Así lo cosa, y así el dedal.. Cuando lo fresa es fresca rosa, puede que pinche y salga un mal, que verdadero, no sea roja, y la sangre brote pese al metal; que un caballero, si viste agrada con la armadura de Parsifal, y dice Lulas, Lolas, Tales y Lelos, enamorado de su Grial, que es la santa, su bella Dama, pese a ser puta de algún Tal. Y en esto andaba, y me arrepiento, de hacerle caso pontifical, al Curangolo del pueblo Guido, que hace de padre común y Tal. Por eso sigo con este acaso, sirviendo estoy a la vestal… ¿Creeréis que es falso el Pino, de aquél que hablaba en su pinar? Mandino era su nombre, y el pino Tal, de Mandino, era famoso, y era verbal, pues en la boca de a lo Groso, Mandino es mando descomunal. O, como otrora decían plebes, nunca se allueve donde es demás, y ahora, que el tiempo vee, no nos da tiempo a topetar, porque nos mira el guiñano Mundo, a ese que llaman Aquiñatal. Quien no conozca de su confundo, de lo que sepa nunca sabrá.

Dice el labriego, que el que canta su mal espanta, que el campo es Tal, como la hembra, si lo siembras bien, dará el fruto de su vientre Tal... Jesús, si es una santa, y después del parto sigue virgen; Adán, si no lo es, ni incluso antes del buen yacer. Que adalides no lo son tanto, si el remedio es Pirital, y pirituros son los más burros, que nunca llevan el Piripán… Los comepanes, los aquimudos, los flisteos, los goliates, los davídides y los pantrocloses, los abelandros más liberhábiles, los aquileses y los mantises, andantes van por los pastises, pensando están disparatados, y un disparate que es historiado, en algún pueblo será verdad.

Hay un mohíno y amargo enfado, cuyo rencor cantando va, haciendo cruces en los caminos, diciendo salmos, santificando la falsedad; haciendo mito lo colorido, cuando es sólo dilucidar, que un mago llaman siendo Maguino… Es el maligno y su fealdad, que demonino existe tanto como demonios hay en el mar, y yo sé de uno llamado Fanto, que es un fantasma de humanidad. Cuando el cuento es verdadero, no mira pelos, que calvo está, de miramidas y mirandelos, de míramelos, y miramás; que lo que digo con, o falto bello, modos son pelos que hay que contar… La danzarina, bailaba una danza sin final, y cansada de tanto bote llamó al danzante Trataratrás. Le ayudó desde el inicio, mezclando pasos, pausando lo divino, llenando eternidad, la sala de Fumino que en su fumo seguirá, en la prosa y poesía, que nos deja un Tal...,
y Tal.