Te acorralaré hasta matarte

Te acorralaré hasta matarte había dicho y yo había corrido y ahora estaba echado en un hoyo después de que hubiera errado varias balas. Cuando recién me había echado hizo un silencio de minutos que él tampoco resistió y luego gritó que me mataría cuando me viera asomar. Entonces pensé que el infinito estaba en mis manos.
Así pasé muchos años, me acostumbré (al principio se me laceraban los dedos) a cavar la tierra con las manos. El hoyo era pequeño y de sólo mi propia altura de profundidad.
No tenía certezas por después y aprendí que sólo cuando las cosas ocurren, se sabe si serán o no.
Pensé que había sido un sueño.
Tan real que no podía ahora en la vigilia delimitar la realidad de la fantasía.
Pensé que en el mismo sueño habría soñado que luego me quedaba dormido.
Ahora no sabía si había despertado del sueño del sueño y me faltaba despertar otra vez.
Si había soñado, todas las imágenes habían sido tal cual la realidad. No tenían ni siquiera un cuadro diferente (esas cosas que en los sitios de los sueños uno nunca observa).
Yo lo habría escuchado gritar que allí se quedaría esperando hasta que yo saliera, para matarme.
Era la misma voz de él.
El sueño tal vez habría sido demasiado perfecto.
Ahora yo tenía tantas dudas para siempre, porque hasta que no me despertara por segunda vez, si estaba soñando un sueño todavía, no comprobaría si habría o no de despertarme de algo. Claro está, a lo mejor me restregaba algo y en algún lenguaje extraño comentaba que había soñado que existí en forma de una cosa que vivía en un lugar como éste y que había soñado con una duda desesperante. Pero no tenía ninguna certeza.
Y no sabía si él estaba en realidad afuera o si acababa de estrenar el delirio que nunca pudieron explicar los locos.


JORGE LEMOINE Y BOSSHARDT

 

Bueno, bastante complicado, son esas clases de sueños, ese mismo delirio, va unido en cadena de hasta tres, hasta qué por fin te despiertas con el corazón que se te sale, mas bien es como una pesadilla, pero así son también los miedos y los temores, por lo regular siempre estamos pensando en ellos, y no saben cómo manifestarse... buenos días saludossssss

 

que fuerza lleva cada letra tuya, saludos

 

Menos mal, Maestro, que ni en sueños perdió la facultad de escribir relatos-poemas como este. ¿Vivimos realmente? Y si la vida es ser y existencia... ¿Qué es el sueño?

Reciba mi humilde felicitación y un saludo cordial, hasta su Mar del PLata.

 

Lo bueno es que de un sueño así surgió su bello escrito. Grato leerle. Saludos

 

Cuál es la realidad? El estado de vigilia o el de los sueños ? O estará más allá? Una micro prosa genial ! Gracias por compartir este trabajo y tu talento ! Un abrazo

 

El pasar por tus letras querido amigo Jorge, siempre
es disfrutar de la creatividad de tu pluma de principio
a fin, para disfrutar de una buena lectura.
Ha sido un placer pasar a leerte.
Besos y un abrazo. Tere

 

¡Qué maravilla de poema querido MAESTRO,
estimado poeta de exquisita sensibilidad!
Gracias por el regalo de tu arte.

 

¡Magnífica prosa! Delirio llevado al máximo exponencial del paroxismo, un sueño que lo absorbe todo, hasta la realidad. Excelente escrito, saludos y respetos para usted

 

Jajaja por suerte los sueños a veces no salen a pasear un tramo mayor que el de la almohada.

Muy buena obra, amigo.

Un abrazo.

 

Expresión máxima de poesía inspirada.
Un placer haberlo leído.
Enriquecida me siento paseando por tus poemas
Un calido abrazo con toda mi amistad y cariño.

Siempreviva.

 

Marlén, gracias amiga.

 

Marián, gracias amiga.

 

César Guevara, gracias amigo.

 

Lourdes, gracias amiga.

 

Miguel Font, gracias amigo.

 

Nube Blanca, gracias amiga.

 

Dulcinista, gracias amigo.

 

Mantícora, gracias amigo.

 

Siempreviva, gracias amiga.

 

Danie, gracias amigo.