Te vas, me voy

Te vas, me voy y sigo acumulando tiempo
para matar cada periodo en que no esté contento.

Te vas, sin remilgos ni advertencias
dejando claro que mi amor ya no es tu pertenencia,
yo mientras tanto y como quien no quiere nada
corro, te abro la puerta y sonrío desde la ventana.

Lectura haces de mis ojos
pero este libro es en idioma antiguo,
malditos sean todos y cada uno de mis demonios
que miran que te vas
y para conquistarte no encuentran motivo.

Te vas, me voy y parece que siempre fuimos
dos terrícolas distantes en planeta desconocido.

Me quedo solo en nuestra habitación
y escucho como te escapas sin remedio,
casi once horas después y medio muerto el corazón
miro junto a la puerta una carta que es un misterio.

"Me voy, me marcho y aunque no parezca,
si tú me dices amor, no cierro la puerta".

 

La puerta que siempre permanece abierta aunque no lo parezca, aunque sólo deje que una mano la abra, la que nos interesa, la que sabe oraciones que son sólo de los dos, en un sólo idioma. Gran poema, gracias por compartirlo. Abrazos afectuosos, Chema.

 

El amor tiene su propio lenguaje que a veces el corazón prefiere ignorar, quien sabe,
quizás haya una próxima vez. Un poema muy emotivo que disfruté leyendo, gracias
por compartirlo. Besitos cariñosos vuelen a tus mejillas.

 

Lo cierto, estimado Rob, es que... nunca se sabe cómo termina toda historia de amor. A menos que, conjuntamente se haga un esfuerzo conjunto de superar todos los imprevistos, que suele ofrecernos la vida. Hace mucho tiempo atrás, alguien dijo: "Todo es y, no es... a la vez" y más antiguamente desde la cultua egipcia nos obsequiaron este principio que rige desde la época de los egipcios: "Toda causa tiene un efecto y todo efecto tiene una causa".
Excelente:

 

Mientras siga abierta, queda tiempo. Saludos. Un placer recibirte por acá.

 

Muchas gracias por tu linda visita. Saludos. Un placer recibirte por acá.

 

Tienes toda la pluma llena de razón. Saludos. Un placer recibirte por acá.