telaraña

De pronto todo deja de importar
y nos volvimos eco de nuestros sueños
cuando la apatía nos abordó
en el tren con destino a ninguna parte
y nos obligamos a amarnos
en ese vagón vacío de alma
lleno de indiferencia
me aferre a la telaraña que se tejía en tu corazón
y llegue a pensar que no había más palabras
para describirnos
ya no eres la promesa del paisaje bonito que dibujaste
y yo deje de ser la cima de tus ambiciones.

 

Un placer leerle poeta.

 

Nada mejor que entrar en la realidad, aunque que el desengaño duele; el problema es que somos seres humanos y usualmente cuando sentimos admiración por otra persona, le ponemos por lo más alto. Todos cometemos errores. El amor por así llamarlo, en su estado más incontrolable nos hace ver cosas que no son, una vez pasado ese efecto psicológico la realidad nos aguza el alma.
Buen trabajo.
Saludos.
Darío.

 

El amor es un arma de doble filo bonita Prianka, me encantó, te dejo un saludo con afecto.

 

De primera es como enredarse en esa telaraña que bien describes en el corazón, de donde no se sabe como salir. Me gusta lo que expresas con decepción. Un gusto pasar, saludos cordiales.

 

gracias!!!!