Temor entrañable

Fue una decisión compleja, muy meditada.
Sentía pánico por estar nuevamente cara a cara frente a ti.
Dándome ánimo,
en un inusitado arrebato de valentía,
me dirigí a tu encuentro.
La osadía inundó mi alma en el momento en que te abordé.
Un crujir de huesos y unos sollozos
fueron señales inequívocas que mis aprensiones eran justificadas
Una vez más no pude...
Ahí entendí que sería muy difícil arrancarte de aquí;
de mi interior.
Definitivamente la próxima vez que lo intente,
probaré antes con "Un laxante".

Rodrigo del Río​

 

La narrativa nos lleva en vilo y al final nos deja con los ojos desmesurados por el desenlace. Excelente. Saludos.

En una casi impecable ortografía, hizo aparición un "mi" con acento y no es así porque indica posesión.

 

Gracias por comentar
Rodrigo