Tenía sed...

Hoy quiero recordar el día en el que caminaba bajo el sol, no se por donde, bueno sí, por algún lugar de la vega de naranjos Valenciana, o de Castellón...debéis de perdonarme, es que nunca he tenido demasiada memoria para según que cosas, no recuerdo los nombre ni tampoco los lugares, mi discurso es un poco anacrónico y caótico...
Iba caminando con mi mochila al hombro y tenía sed, seguramente ahora os parezca el fin de mi relato un poco demasiada cosa para tan poco, pero bueno...
tenía sed, mi boca estaba totalmente seca, mis labios ya querían agrietarse, transitaba un camino junto a una huerta de naranjos, pero ya habían recolectado y no quedaba ni tan solo una naranja con la que apagar mi sed y refrescarme...
En eso que veo una naranja grande hermosa, pero totalmente verde como un pepino...
apunto estuve de pasar de largo, pero era tanta mi sed que di por buena su amargura con tal de humedecer un poco mis labios...
Agarré la única naranja que se veía...
Arranqué su piel esponjosa y blanda con mis manos...y después de desgajarla me eché uno de sus gajos a la boca…
No he comido nunca nada más dulce…
No tiene moraleja, pero si queréis podéis buscarle una...
Que las cosas no son lo que aparentan...
Que no hay que hacer juicios apresurados...
Que las apariencias pueden engañar...
O que cuando queremos podemos hacer lo amargo dulce...

 

Pues muy bonito y con su moraleja y todo.
Te doy mi más cordial bienvenida al portal.
Saludos.

 

Gracias, por tú respuesta...