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Tenue realidad

Tema en 'Prosa: Surrealistas' comenzado por ivoralgor, 5 de Mayo de 2014. Respuestas: 2 | Visitas: 978

  1. ivoralgor

    ivoralgor Poeta asiduo al portal

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    17 de Junio de 2008
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    Hombre
    Compartí un sueño, pero era tenue, casi real. Quisiera realizar ese sueño contigo, me dijo, ser esa parte ilógica. Quise decirle que sí, pero algo dentro de mí me lo impedía. Saúl era muy apuesto, todas las mujeres se derretían por él. Lo conocí por pura casualidad en la librería. Esa novela es muy buena, dijo señalando Cien años de soledad de García Márquez, te vas a enamorar de Macondo. La he leído cuatro veces, dije ruborizada, me lo regaló un amigo en mi cumpleaños. Él tenía en la mano Bestiario de Julio Cortázar. Sin duda quería hacerse pasar por gente de mundo e impresionar mujeres. Reí en mis adentros y salí de la librería. Un mes después lo volví a encontrar en la misma librería. Me reconoció en seguida. Encontraste lo que buscabas, preguntó solícito, porque yo no sé que leer. No pude evitar reírme. Deja de fingir, dije, agarra cualquier libro y hojéalo y ya. Te invito a tomar un refresco para que platiquemos y salgas de la duda, sentenció arrogante. Acepté siguiéndole el juego y salir un poco de lo aburrido de mi vida. Así empezaron nuestras pláticas y encuentros casuales en alguna librería.

    Una noche tuve un sueño. A la mañana siguiente lo escribí en un cuaderno y lo llevaba siempre conmigo, era como una parte de mí que se salió de mi ser y debería estar conmigo siempre. Saúl me preguntó por el cuaderno que ya estaba todo viejo y con las hojas amarillentas. Siempre traes ese cuaderno contigo, por qué no te compras uno nuevo, dijo intentando agarrarlo. De inmediato guardé el cuaderno. No tenía aún la suficiente confianza para contarle sobre el sueño. La siguiente vez que platicamos me dio unas hojas. Es un cuento que escribí hace poco, dijo tímidamente, nadie lo ha leído, serás la primera. Lo leí lentamente y al finalizar lo miré directamente a los ojos. Una vocecita me dijo que le diera el cuaderno. Extendí la mano y se lo di. Lo leyó muy intrigado. ¿Gerardo es tu novio? Preguntó con tristeza. Fue mi novio, le contesté apenada, me dejó por otra más joven y más interesante, según él. Hay algo que no entiendo, es esa parte que no tiene lógica en lo que leí, no tiene sentido alguno, dijo señalando un párrafo extenso. Le conté el sueño detalladamente: cosas que no estaban escritas y el significado que le daba a cada imagen. Ahora ya tiene sentido, dijo con un sonrisa satisfecha.

    Por alguna extraña razón, el destino supongo, nos dejamos de ver por casi un año. Anduve con Cristian en ese lapso de tiempo. Fuimos novios y las ansias de sexo nos invadían a cada momento. Seguía con el ritual del cuaderno. Un sábado Cristian casi lo rompe sin querer cuando teníamos sexo. Lo empujé con todas mis fuerzas. ¡Lo vas a romper! Grité desesperada. Sólo es un cuaderno viejo, dijo incrédulo, no es para tanto. Lárgate, no te quiero ver, grité desarrugando las hojas del cuaderno. Ya no te soporto, tú y tus estúpidas manías, dijo colérico, vete a la chingada. Una semana después me encontré a Saúl en un parque. Estaba sentado escribiendo en unas hojas en blanco. Hace mucho tiempo que no te veía, dije. Mis ojos estaban chispeantes. Me fui una temporada a casa de mi abuela y apenas ayer llegué, dijo con una sonrisa. Me senté a su lado y nos pusimos a platicar largo rato. No he podido olvidar tu sueño, me dijo mirando al suelo, me hubiera gustado estar en él. Entrelazó los dedos de sus manos. Me quedé en silencio, no supe que contestar ante tal revelación. En seguida me dijo que quería hacer realidad mi sueño, pero con otro final, uno alternativo, menos real y más etéreo. Lo voy a pensar, dije apretujando el cuaderno a mi pecho. Antes de despedirnos le dije que fuera a verme a mi casa por la tarde, como a eso de las cinco. Las llaves de la entrada las dejaré en la maceta que está del lado derecho de la puerta, dije nerviosa, sólo le das una vuelta a la derecha al cerrojo. Voy a tener todo preparado para hacer realidad mi sueño. Le di un beso y me abrazó tiernamente.

    A la mañana siguiente preparé todo para hacer realidad mi sueño. Sentía la necesidad de regresar esa parte de mi ser a su origen. Con una navaja de afeitar me corté el pecho del lado del corazón. La sangre brotaba a borbotones. Casi sin fuerzas arranqué cada hoja del cuaderno y las fui bañando con la sangre. Las letras empezaron a tener vida propia. Cada frase se mezclaba con mi piel, con los otros sueños que no había escrito. Saúl era el pensamiento que se introducía con algo de ardor en mi ser. Era un dolor etéreo, como él quería. Saúl ya estaba muerto, se había disparado en la cabeza cinco minutos antes. Te veré en esa parte ilógica de tu ser, me dijo antes de apretar el gatillo. Saúl y yo nos amábamos en una realidad, pero era tenue, casi etérea. Morí en sus brazos. Me siento plena, llena de él.
     
    #1
  2. rosamaría

    rosamaría Exp..

    Se incorporó:
    18 de Agosto de 2014
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    De absoluta entrega, limpia. La disfruté.
     
    #2
  3. ivoralgor

    ivoralgor Poeta asiduo al portal

    Se incorporó:
    17 de Junio de 2008
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    Te agradezco el cumplido.

    Saludos.
     
    #3

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