.:.Thomas y Patrick.:.

.:. THOMAS Y PATRICK .:.​

Thomas y Patrick. Patrick y Thomas.
Caminaban del brazo por tabernas
–querían ser grandes–
y aborrecían tugurios demasiado blandos.

Con sus iniciales inventaron
el camino de los malos excesos; el alba
era horrible entonces sobre las vías de capitales
viejas porque no olía a néctar.

Thomas y Patrick. Patrick y Thomas.
Bebían barro y comían hierro; adoraban
al cuervo de Poe y un barco ebrio.
Y nunca llegué a escuchar su voz.

Taladraban sus costillas de muñecos
frente a los chopos y bajo el cipariso
cosían la carne pálida de sus decepciones
–porque no querían morir.

Thomas y Patrick. Patrick y Thomas.
Navegaban del brazo entre orines de gato
y querían llegar al reino del mar
donde poder yacer desnudos y unidos.

Y he aquí que un día Thomas y Patrick
dejaron de ser Patrick y Thomas
–al descender una filigrana esclava
con penurias del rey que seguía sus pasos.

La sal destrozó sus oscuros ojos, ya lejos.
Thomas perdió el aroma de Patrick...
y el aroma de Thomas se perdió de Patrick
–tan espeso y huidizo.

Y ahora Thomas y Patrick, Patrick y Thomas
caminan ciegos por oratorios
–querían ser iguales, amantes–
y aborrecen sus tumbas junto al mar.​

Luciand​