Tiempo de despedida fortuita

Y que te digo, muerte!? Bienvenida.
Tu crépusculo se acerca en breve;
portando cuervos en vez de sepultero
porque la carne mugrienta de pasado,
sabe deliciosa
ante picos vorazes y carentes de amor.
Y que le digo al resto!? Hasta nunca.
No espero despedidas funestas o ceremonias taciturnas en las que impere
la melacolía irremplazable y todo un recital de prestaciones emocionales, como amparo incondicional al condenado.
Pronto oscurecera el tiempo, la tierra dejara de rotar y el silencio comenzara a diseminarse. Y no habrá ni pañuelos mocosos en el lecho ni tampoco el consuelo gratuito de los brazos o de la voz solidaria.
Queda poco ¡ muerte! No temas. Las agujas giran y giran bostezando hastíadamente la llegada de la hora de mi disolución. Que el dolor infame y atroz sea igual de pasivo como las agujas del reloj. Bienvenida muerte.
Festival de audiencias y condenas. Pronto albergaras en tu regazo láudano otro rehen esperando su veredicto incomseruable. Y entonces, que se abra el télon de la justicia. El presagio de tu convocación es certero como la supremacía del dedo infranqueable de Dios. Y que hay de mis ilusiones y sueños aun reprimidos por una disfuncional custodia infantil ? Y que hay de esas heridas plagadas por el despróposito odio del cuál nunca emulo el tirano paso del tiempo? Y que te digo aún mas ¡ ¿ muerte !?, en tu seno deposito mis lágrimas aún enturbiadas en la fosa de traumas precozes. Y que otra elegía más le espera al convaleciente...¿¡ muerte !?. Trota suave pero implacable el ocaso de los días contados. Hasta pronto muerte​

 

Muchas gracias Miriam por su labor distributiva y su breve comentario como siempre acertado y inconfundible. Recibe mi grato y sincero saludo.

Identidadnodefinida