Tiempos de calma

Eran mejores tiempos cuando no sabía

porqué eran los vientos ni dónde brotaban.

Era mejor en mi alma ignorar de lunas

sus formas cambiantes y saber de la nieve

que era blanca, fría y bella al tocar mis ojos.

Cuando el hontanar oculto entre rocas de helechos

era murmullo de agua clara y dulce letanía.

Cuando ansiaba de igual modo que llegara el frío

o el verano azul sin preguntarles nada.

No sabía de solsticios ni equinoccios y el cielo

era cielo con estrellas sin galaxias ni agujeros negros.

La calma del tiempo era larga vida y vida

el remanso de emociones de miradas puras.

Era mejor tiempo el que trajo los hijos

y les daba el amparo que tuve en mi nido.

De pronto… todo lo supe y el tiempo fue brío

los hijos crecieron y alzaron su vuelo porque así,

porque así es la vida y me queda el gozo de haberla

vivido cuando poco sabía… y tuve ese espacio

de amor… por los hijos y las cosas bellas.


De mi libro "Desde aquella Strelitzia". 2014

 

Sencillo y conmovedor recuerdo de la infancia, bueno asi lo interpreto, quiza porque recuerdo la mía con ternura y añoranza. Un saludo cordial.

 

Hermoso...Como ley de vida....Disfrute sus lineas,muy llena de sabiduría.Mis saludos!

 

Así es como dices tan deliciosamente:

Cuando jovencito

Un mundo de mayores


Cuando mayor

Todos jovencitos


Dos mundos diferentes.

Un cordial saludo.

Alfonso Espinosa

 

Hermosa la narrativa.
Conmueve el contenido.
Un placer leer tu trabajo.
Saludos cordiales.