Tiendas de lujo vendiendo barato

Hay tantas tiendas de lujo que venden barato,
tantas voces prendidas con alfileres al aire,
hay tantos mártires pregonando su engaño,
tantos armarios donde baten las olas de mares de barro,
hay tantos cobardes dispuestos a inmolarse
delante de un beso robado,
tantos y tantos espacios en blanco,
hay tantas solapas con galardones de sangre,
tantos escondites para que el violador se salve,
tantas leyes, tantas costuras que han reventado
y nadie que pague los sueños rotos de tanta gente,
hay tanto ruido y tan pocas nueces,
tantos relojes para llegar siempre tarde,
tantos santos, tantos altares y sin embargo
tantos demonios haciendo su agosto,
la cuerda del ahorcado se agita en el aire
cuida que tu cuello no sea el siguiente
en seguir los pasos de los cuerpos ausentes.
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Por supuesto, ¿ Acaso no es magnífico ?
Así es la vida, compañero.
Guerra tras guerra, epidemia tras epidemia, masacre a masacre, abusos y abusos, ultrajes y ultrajes.
O sea que el Amor es como la electricidad.
Y las tormentas son virtuosas. ¿ Por qué ? Porque nos ponen a todos, a cubierto.


Entonces, ¿ Por qué nos ponemos a cubierto ?


Porque no resistiríamos el toque mágico de un rayo de tormenta.
Intuimos que el Amor debe dosificarse.
Y así, aparece en forma de sal gruesa.
La sal gruesa contiene sales minerales, que son necesarias para el desarrollo de los seres vivos.


Yo la tomo, diluida en agua fresca, y mezclada por medio de agitación masiva, dentro de un bote herméticamente cerrado.

 

Me pareció genial tu poema muy ciertas palabras