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Todo por una transmisión

Tema en 'Prosa: Generales' comenzado por BoredClown, 4 de Mayo de 2012. Respuestas: 0 | Visitas: 509

  1. BoredClown

    BoredClown Poeta recién llegado

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    Todo comenzó por una transmisión defectuosa. Recién había echado a andar ese viejo Camaro que fuera de mi padre, en paz descanse, cuando comenzó a fallar. Era un viernes, yo volvía del trabajo donde dos compañeros no dejaban de admirar mi carro; había prometido llevar a mi hijo al cine y mi esposa planeaba salir con su hermana; a poco mas de dos kilómetros de casa se mató y ya no quiso avanzar. Fue frústrate, todo mi buen humor se desvaneció. Tuve que empujarlo a casa.
    Eran casi las 6 cuando llegue, mi mujer estaba en el cuarto arreglándose y el niño jugaba en el patio de atrás. No se como lo hacia, pero ella siempre sabia cuando algo andaba mal conmigo antes de que yo dijera nada, en cuanto me miro pregunto: <¿que paso?>. De mala gana acepto que tomara algo de dinero de nuestros ahorros para llamar al mecánico, quizá supuso que ya no estaría disponible a esa hora, pero si estaba disponible, en menos de 20 minutos llego y en menos de 10 me dijo que necesitaba otra transmisión. Le pregunte si podría él conseguirla y dijo que si, pero que seria hasta el próximo lunes, dudo un momento y luego menciono un lugar donde posiblemente yo conseguiría una a esa hora, de ser así al día siguiente podría montarla.
    Cuando le explique, ella me miro de una forma que aun hoy no logro descifrar, era como si supiera, como si lo presintiera. Insistí hasta que cedió, me dio las llaves de su camioneta y llamo a su hermana para que pasara por ella. Así partimos el niño y yo con rumbo al sur, hacia el lugar donde se supone podrían tener la transmisión.
    Era un plan sencillo. Llegaría al lugar y apartaría la transmisión, de ser posible me la llevaría de una vez, de no ser así pasaría al día siguiente a recogerla para así alcanzar la función de las 8:30. Mi pequeño copiloto estaba impaciente, mas inquieto de lo usual, yo creí que era la emoción por ver esa nueva película de los dibujitos que tanto le gustaban. Ahora cuando recuerdo su carita enojada y su desaprobación cuando le dije que teníamos que hacer algo primero quisiera haber obedecido su berrinche, complacerlo cuando dijo que quería ir ya.
    Que extraña forma tiene la vida cuando de enseñar lecciones se trata. Cuando mi padre murió de un infarto yo me emocione, sabia que ese camaro que mi padre tanto cuidaba y al que tanto tiempo dedicaba era mío por fin. Aun recuerdo a mi viejo, ese hombre emocionalmente distante y de pocas palabras, pasar días enteros dedicados a arreglar pequeños detalles de ese carro, llegue a pensar con el tiempo que era lo único que de verdad le importaba. Mi madre me sugirió que lo vendiera, cuando le dije que me lo quedaría me miro como si aun fuera un niño pequeño y luego dijo casi para si misma <ese viejo tonto, siempre quiso mas a esa carcacha de lo que se quiso a si mismo.>. Hace ya muchos años de eso. Hoy también quisiera haber obedecido a mi madre.
    Cuando llegamos al lugar el encargado no me quiso siquiera escuchar, de forma tajante dijo que estaba cerrado, que volviera después. Eso me molesto, pero no había nada que pudiera hacer así que solo quedaba ir al cine. Apenas nos habíamos alejado un par de cuadras del lugar cuando un carro nos cerró el paso, yo me asuste por mi hijo, era una ciudad violenta y los asaltos estaban a la orden del día. Maldije mi suerte mientras dos sujetos se acercaban, uno pareció sorprenderse al ver al niño, pero el otro se sorprendió mas aun al verme, me llamo por mi nombre y luego me saludo muy amablemente. Era un viejo compañero de la preparatoria, hacía mas de 15 años que no lo veía. Me pregunto a que había ido a ese lugar y cuando le explique la situación me dijo que no me preocupara, que el me conseguiría la transmisión, le dije que íbamos al cine a ver la película que mi hijo quería ver pero él insistió, comento que él tenia esa película, que la había comprado para su niña y que podría ponerla en su casa, así mientras el niño la miraba podríamos “ponernos al corriente”.
    Me dio mala espina desde el principio, pero no me importo al saber que conseguiría la transmisión. Ya en su casa el me dijo que estaba todo arreglado, que en menos de una hora me tendrían la transmisión y que además me la darían mas barata de lo que yo esperaba <¿para que son los amigos?> dijo. La casa no era muy grande pero estaba elegantemente amueblada, mi hijo se sentó en la sala frente a una pantalla de al menos unas 40 pulgadas y nosotros fuimos afuera a tomar unas cervezas.
    No recordaba que hubiéramos sido tan unidos en la escuela, pero ahora parecía una persona bastante agradable. Platicamos de los viejos compañeros, de los profesores, de muchas cosas. Cuando le pregunte en que trabajaba el solo dijo que era comerciante, le creí, parecía una persona muy decidida así que no era ilógico pensar que fuera un buen vendedor o algo así. Paso menos de una hora entre risas y recuerdos, mi hijo estaba muy entretenido con la película y yo cada vez estaba mas relajado. Había olvidado por completo el terrible día que había tenido, cuando llego una camioneta roja muy lujosa y mi “viejo amigo” dijo que eran quienes traían mi transmisión, me sentí la persona mas afortunada. Ahora éramos cuatro buenos amigo bebiendo y bromeando, así pasamos cerca de media hora, ya estaba oscuro pero eso era lo de menos. <después de todo fue un buen día pensaba yo, pobre iluso.
    Todo paso tan rápido, no supe como reaccionar, de pronto estábamos rodeados por camionetas de la policía, las torretas iluminaban todo alrededor. Fue todo tan irreal, vi correr a uno de los sujetos con los que estaba, luego el sonido de disparos me sobresalto, lo vi caer. Escuche a mi hijo gritar y quise ir a buscarlo, no alcance a levantarme de mi asiento cuando sentí un fuerte golpe en la cabeza, abrí los ojos y sentí que alguien estaba sobre mi, el frió acero de las esposas me regreso a la realidad, esto en verdad estaba pasando.
    Según las versiones oficiales yo era el líder de una banda de extorcionadores que cobraba derecho de piso a los negocios de auto-partes de la ciudad, el día de los eventos habíamos ido a cobrar a un lugar donde se negaron a pagar, primero amenazamos con quemar el lugar pero luego volvimos por una transmisión para no irnos con las manos vacías. Mis dos cómplices que sobrevivieron luego del operativo en que nos detuvieron testificaron en mi contra para que se redujera su condena. En la casa en que nos detuvieron aseguraron varias armas, cartuchos útiles, droga y dinero.
    Mi madre falleció unas semanas después de que me viera en las noticias, mi esposa y mi hijo viven en la casa de sus padres. El gobierno se quedo con todo, la casa, el camaro, mi vida, todo. Poco pudo hacer el abogado a pesar de que mi madre empeño la casa en que crecí para pagarle, de nada sirvió el testimonio de mis compañeros de trabajo ni de mis vecinos ni de nadie, supuestamente por la “flagrancia” en que fui encontrado y por los testimonios de mis “cómplices”.
    Yo llevo mas de un año aquí encerrado esperando otro juicio que no se sabe cuanto podría tardar, conviviendo con otros 15 presos en una celda que se supone debería ser para 8. Quizá nunca vuelva a ser libre, o eso es lo que me quieren hacer creer, y si lo hago sera cuando mi hijo sea ya un hombre. Ojalá nunca compre un Camaro.
     
    #1

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