Todos los caminos conducen al Hueco

Maldita tertulia...

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No somos sino viajeros;
atragantados del humo y el polvo
que el camino desgasta.
Al golpe certero de la bala;
al filo mellado de una navaja
gastada la pluma por el roce
inconsciente de otras pieles;
agotada la tinta de la voluntad
y la memoria...

Quizás solo atontadas por el golpe
inesperado del suelo
al caer el conejo al agujero...

Medio remendados al fuego,
parcheados malamente por historias
y excusas... ¡Viajamos!

Con cinismo al abismo de todas
las imperfecciones;
con miedo y cicatrices abiertas
a la tormentosa cumbre de lo inesperado.
Seguimos... Vivimos... Rodamos...

Sin aire en los pulmones,
con dedos que sangran,
se aferran las letras a las piedras
de la ruta.
La puñalada nos cruza el rostro
con amargas lecciones,
he aquí, que la voz se derrumba
ante el vacío,
más, prosigue el viaje,
entre suspiros,
promesas,
guitarras rotas que pierden la cabeza,
entre el dolor mal nacido,
que devora toa certeza,
por historias abortadas, sahumerios, rezos
y otras tantas yerbas.

Con estas lineas bastardas me levanto, me obligo,
a perseguir pesadillas y ensueños,
que el viento dejó abandonados;
Behind canzones, tartamudeantes y enfermas,
va el Taistelachë aborrecido,
Sassenach de todas las patrias,
de vuelta a la violencia de la vía.

Si la voluntad no alcanza, Alicia oscura
y vencida;
!Nos bastará la rabia¡
!Nos servirá el silbido¡
!El agónico gritar de nuestras almas y el vino¡

!La ruta aguarda¡
!Después, solo el olvido¡

Sariel Rofocale

 

Entonces, no estás cómodo, todavía.
Te falta un hervor.
Porque hay un Universo, por afuera del cuál, prosigue siempre, un Caos de pesadilla.
Ese Caos, en realidad, no es nada. Y el Cosmos, es Todo.
Pero tienen algo en común.


¿ Qué es ? La búsqueda del Gozo y el regocijo. Entonces, para cada Eón, o Creador, hay un Demiurgo, o Constructor y artífice.


El Demiurgo modeló a sus Primordiales, que son energías negativas psíquicas, densas; dueños de las pesadillas nocturnas. Esos Primordiales se introducen en la burbuja creada por Dios ( Eón ), gracias al Libre Albedrío. Y reinan, en cada planeta habitado, especialmente por las noches. No los podemos ver, ni oler ni tocar. Pero despiertan en nosotros, temores ancestrales, grabados en nuestro código genético.

 

Ayyy Sariel, así es la vida, agridulce, con multitud de caminos que andar, libremente si no naufragamos ante las fuerzas del mal, poder elegir el camino es no encontrar tormenta ni obstáculo, al final no sabemos lo que hemos de encontrar, pero merece la pena seguir y que en ese Hueco retumbe tu eco... Produndidad y belleza en tus versos, un placer comentar. Besos con admiración....muáááácksss...