Tranquilos, no tengáis miedo.

Yo quería cosas que no te importaban,
pero eran mi vida, y estabas incluida en ellas,
yo, dueño sólo de mi empeño, caído sin ti,
a ti vuelvo. Yo quería cosas, que ahora
quisiera saber si te importan, mejor dicho,
si te molestan, porque así... no las conseguiría ,
contigo una interrogación, y sin tu lugar el vacío.​

Aprendo después de mil traspiés, ya tengo,
la maña necesaria para levantar la carga y
sin embargo…quedaron atrás las fuerzas.
¡Qué cosas tan viejas escribo!, (las que sólo
percibo cuando estoy cerca.) No valgo
para profeta, ni para buen marido,
ni para bohemio poeta, de todo quiero
un poco y me quedo en la puerta.​

Mañana les contaré un cuento a mis nietas.
También quiero que algún día vagamente
me recuerden, como yo a mi abuelo…(de vez en cuando).​

[SIZE=3]Y ahora que me seduce la idea de delinquir,[/SIZE][SIZE=3]
[/SIZE] [FONT=Arial][SIZE=3]voy a ir al fisioterapeuta, quiero prepararme a fondo[/SIZE][SIZE=3]
[/SIZE] [FONT=Arial][SIZE=3]por si tengo que usar la metralleta, o quién sabe…[/SIZE][SIZE=3]
[/SIZE] [FONT=Arial][SIZE=3]huir, esconderme en algún monte, recobrando fuerzas.[/SIZE][/FONT][/FONT][/FONT]​

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[SIZE=3]
[/SIZE] [CENTER][FONT=Arial][SIZE=3]Tranquilos, no tengáis miedo, yo os protejo de la indecencia.[/SIZE][/FONT][/CENTER][FONT=Arial][/font][/font][/font]

 

A veces lo que dices me hace llorar y lo que aquí pones es particularmente cruel porque además es muy acertado. Es una lástima que aprendamos tan tarde a ser personas y que las aventuras que pergeñamos vayan a vivir tan sólo en nuestra imaginación, que tampoco es la que era, aunque la conozcamos mejor y sepamos como llegar hasta ella y volver con algún trofeo.