Transilvania

Saliendo del ataúd por la noche, cazando en busca de nuevas víctimas,

Acechando en la oscuridad, oculto entre las enzimas,

Rindiendo culto al señor de la maldad.

En la noche de Transilvania, acecha un ser envuelto en la megalomanía.

Un viajero perdido sufrirá su tormento y castigo,

Una fantasmagórica silueta se acerca a su presa,

Sin tiempo a reaccionar él ya está en su mágica morada,

Esperando a morir como Jesús en la montaña sagrada.

El ser chupa su sangre, destruyendo su vitalidad, para seguir con…

¡LA INMORTALIDAD! inmortalidad…

“Oh señor oscuro, ofrezco este sacrificio en tu nombre,

A cambio aumenta mi duración y haz de mí un arma de destrucción.”

El joven viajero se convertirá en su peón,

Un esclavo sin determinación ni condición.

Así durante toda su existencia, matando para aumentar su vivencia,

Desde que nació con este poder hasta hoy, sigue destrozando a los extraviados y creando leyenda, pues nadie que lo ve se vuelve andando.

Vuelve al ataúd, como todos los días, y mientras crea un ejército en la oscuridad para acabar de la humanidad.

 

Vamos para Rumanía. Felicitaciones