Tren de pueblo

Oruga de hierro, rechinando llega
por una escalera acostada sin fin.
Al sol, sus resuellos de vapor, entrega
y allá una campana le ofrece un tin- tin.

Cíclope cabeza, el horizonte mira
ciempiés que patina, por cintas de sol.
exhalando nubes, se encurva o se estira,
de noche, una estrella, le ofrece un farol.

Se va por los campos, llevando esperanza
su carga de adioses, ya habrá de volver.
Trayendo hijos nuevos, abrirá sus panza,
que hay pueblos que esperan...volver a nacer.

Marino Fabianesi




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Fijar los caminos como un plano cartesiano es realmente grande como hacer que todos tengamos una dirreccion nunca falla el hecho de saber mas alla...

 

Marinof.
Ojalá que tus deseos se cumplan ya que muchos pueblos murieron o quedaron olvidados, el tren poderosa máquina del desarrollo moderno, en la Argentina ha quedado olvidado, esperemos que dentro de poco tiempo millares de niños puedan escuchar su silbato y asi renacerá la esperanza de un vinculo olvidado, motor de una Patria grande y entrelazada. Cordiales saludos Marta.

 

Muchas gracias,muchas. Equilibrio, amigo
sus palabras llenan, de gozo, el rincón.
Siempre es bueno, al pecho, llenarlo de abrigo
así no late solo, nuestro corazón.

Quise con el verso, saludar su atenta
visita, que guarda, tanta autoridad.
yo en fin soy tan solo, poeta, que ostenta
un poco de lumbre y mucha humildad.

De nuevo mil gracias, guardo en lo profundo
de mi alma, su arte. Que es bueno tener
tesoros de amigos, es tan frío el mundo
que a veces, de tan solos, nos cuesta crecer.

Yo escribo a los niños, sabrá, este oficio
de escribirle a un niño, es volver a nacer.
es andar la vida, con un armisticio
pintando en otros ojos, un amanecer.

Por que si hoy un niño, no duerme, la vida
¿que sentido tiene?, ¿quién puede reír?.
Lo saluda en prosa, mi alma, sentida
en copa de versos...lo invita a vivir.

Marino Fabianesi

 

El tren se ha marchado, un pueblito triste
ha quedado atrás, tú debes saber;
La estación es pájaro, que no tiene alpiste
sin tren que la bese, cada amanecer.

Calló la campana, se guardó en misterio
se marchó el linyera, se fue a otro rincón
Rodeada en silencio, como un cementerio
sumida en tristeza...duerme la estación.

Grandes eucaliptos, cortejan su muerte
siguen soportando, los vientos de abril.
Qué tristeza, hermana...¡Malhaya la suerte!
morir de abandono..el ferrocarril.

Para ti, Marta. Muchas gracias por pasar por este humilde rinconcito de poesía. Desde San Pedro, Bs As. Un abrazo...Marino.