Triste Despedida

Ni un adiós. Diste media vuelta y te alejaste para siempre. Ni tan sólo miraste hacia atrás para ver como mis lágrimas seguían cayendo, ahogándome, helándome la piel. Me dejaste en la más absoluta oscuridad, en el frío más terrorífico incomparable ni si quiera con el polo norte. El dolor en mi pecho, era más dañino que una daga, más mortal. Apenas podía murmurar sollozos. Apenas el aire, frío, llegaba ya a mis pulmones. Apenas me importaba si desaparecía del mundo, si tu ya no estabas allí para hacerlo más soportable.
No lograba imaginarme sin ti. No lograba imaginar despertar sin uno de tus besos, acompañado de una gran sonrisa pese a que apenas te hubiera dejado dormir por mis murmullos entre sueños. No lograba entender quién calentaría esa enorme cama que parece hielo y roca si no estás tú. O quién me diría que todo estaba bien cuando tuviera una de esas paranoias mías. ¿No te diste cuenta que no podía sobrevivir sin esa carita con la que fingías estar enfadado conmigo y que me parecía tan sexy? Tus ojos verdes que me atravesaban cuando me dirigías una simple mirada, con la que abrías mi corazón y lo desnudabas de secretos, pues contigo no podía tenerlos, me conoces mejor que yo misma.
Y ahora me dejas, con el alma desnuda, llevándote todo lo que soy. Jamás podré volver a amar a alguien como te amé a ti, pero eso ya no te importa, ¿verdad? Decidiste marcharte y acepto tu decisión pero no me pidas que vuelva a enamorarme porque, ¿sabes?, nunca volveré a amar. Nunca podré confiar en nadie más y eso te lo debo a ti. Por haber hecho que me hunda en la más espesa oscuridad de mi infierno, sin más luz que aquel par de brillos verdes, allí a lo alto, que cada vez se alejan más y que son tan inalcanzables ya.
Porqué sin ti no hay mundo que valga la pena vivir, ni camino que deba ya seguir, ni suspiro que malgastar, si no es en ti.


Por Aryaa