Trono de metal amargo

TRONO DE METAL AMARGO

Un trono de metal con ruedas me encadena a mí,
la palabra paso ha perdido el sentido.
Mis piernas han muerto
y contemplo impotente su existencia ,
¡para qué continúan a mi pegadas¡.
No puedo dejar de mirarlas.

Conservo el gusto , el olfato, la mirada
... y no me sirven para nada.

Pasa lentamente cada segundo de cada día ,
¡ Mi existencia a una puta silla encadenada ¡.
Me siento un centro inmóvil
y hasta un niño que mama manifiesta más autonomía.
Humano de potencial cero,
basura de mí mismo.
Me odio y me atormento.

Soy incapaz de apreciar desde mi nueva perspectiva.
No huelo la tormenta ,
he olvidado el perfume de tu piel,
no veo los cipreses
ni los ojos de los niños.
Solo veo lo que no tengo.

Soy un perro rabioso y cansado.
No tengo fuerzas para mover el cuerpo que me queda,
una cuesta abajo para mi es empinado.
Material no reciclable.

Si no aprendo a caminar,
a caminar a mi manera,
quedaré por siempre encadenado
a mi trono de metal amargo.
Sin ruedas de recambio.

A Ramón y Manolo , que tanto me han enseñado sobre la aceptación y el caminar alegre .

 

Es un poema que habla de un estado atroz. Tan solo me queda desearte que pronto salgas del mismo pues es como un grito de angustia que se grita con y nadie escucha. Un saludo cordial.

 

Gracias Rigel . He visto a muchas personas en este estado , trabajo con ellas y sus sentimientos , y son difíciles de acompañar en ciertos momentos . Es un grito de ahogo , un pozo tan profundo y solitario , que por más que griten sólo se encuentran con ellos mismos . Agradezco tu comentario . Un abrazo .

 

Tremendo, impresionantemente conmovedor, excelente.

 

Gracias Maestro . Es sobre todo conmovedor . Muy difícil la aceptación de el cambio.

 

Maravilloso, un placer diario leerte, mis estrellas.

 

Gracias Ludmila , este es un tema difícil , este estado de negación y de hundimiento . Un beso .