Tú, que me esperas...

[center:8f6e828d8a]Tú que me esperas

En estas distancias que da la vida, en la que tu nombre es semilla de frutos esperados y el mío que es rocío que acaricia la tierra misma, arrastrada por la brisa que deambula y gira en torno a tu vida…

Tú, que me esperas, tras las líneas etéreas de una unión que nació en ellas, en las que tus letras descubrieron a las mías, aquellas que derribaron barreras y fortalezas alrededor de mi alma, dejándola desnuda… sin arropo de temores y dudas, sin la custodia de cadenas o espinas…

Tú, que me esperas, tras el amanecer de cada día, que en mis ojos has descubierto la vida, que como conquistador reclamando soberanía, tu esencia has dejado flameando cual bandera que indica… “eres mía”…

Tú, que me esperas, cada noche que tiende a ser fría, en cada sueño me invocas para sentir calidez en la piel que tiembla de sentirse vacía… En noches de luna y aquellas que carentes incluso de estrellas, figuras mi presencia en la tenue alegría, que se dibuja en tus labios en breves sonrisas… el sentir la caricia de un fugaz rayo de luz, que ha buscado tu encuentro, abrazo cálido de mi ser que busca tu compañía…

Tú, que me esperas, tras el paso de los días, cuando las ansias deambulan solitarias y en lejanías… deja que la brisa gire entorno tuyo, que la calidez de mis besos se pose en tus labios, mientras acaricias mi rostro con tus manos, mis brazos te acercan a mi cuerpo en movimientos delineados…

Tú, que me esperas, tras el silencio de mis labios… y el blanco de mensajes que no han sido enviados… se ha llenado de perseverancias el mar que el tiempo ha figurado y la esperanza en sus aguas va navegando… con su norte claro y definido por quien espera sentada en las playas de aquellas lejanías… en mi boca las palabras que el sentimiento dicta, en espera del arribo de tu anhelada presencia, para susurrar al oído lo que hoy se encuentra escrito… para triunfar ante la vida, expresando lo que por ti siento… para ganar la batalla contra molinos de vientos y bordar en nuestro estandarte tu nombre y el mío, que a ojos del enemigo no tendrán unión permanente, pero cuando digamos al unísono “Te Amo”, resonará por los confines del tiempo y aprenderemos a respirar de nuevo…

Tú, que me esperas en el verter de mis letras, pronuncia mi nombre al viento, que a tu llamado… buscaré el encuentro…[/center:8f6e828d8a]