Tú

¿Quién eres para mí?
Si tan solo las palabras me permitieran describirte…
Si alguna pudiese rozar siquiera la magnificencia de tu ser,
Un “te amo”, un “te quiero” y aun así siguen siendo tan pequeños al lado de este sentimiento que mueve mi alma,
Un sentimiento que me lleva a una sola persona aunque los caminos sean muchos,
A ti,
A ese abismo en el que me pierdo y del cual no deseo salir,
En aquel oscuro y fuerte amor en el que refugio mi desgastada alma y donde reposa mi frágil corazón.
En aquellos labios que busco desesperadamente y que no logro alcanzar,
En aquel ángel caído que noche a noche trato de retener en un abrazo,
En aquellas caricias que mi piel desea y clama,
En aquellas palabras que se quedan grabadas a fuego en mi memoria.
Deseo nacer, crecer y morir en ti noche a noche,
Abrir los ojos y darme cuenta de que me observas en silencio como ahora lo haces desde lejos,
Alzar mi mano y acariciar tu rostro buscando los pensamientos más ocultos en tu mirada.
Sentir que el tiempo se detiene en un momento y que bajo la ropa existe un cuerpo que vibra con cada caricia, con cada roce…
Dejar que mi alma y mi ser se marchen contigo cuando partas.
Quiero entregarte la vida en un beso, en un suspiro, en un gesto suave o violento.
Arrebata de mi lo que desees, bien sabes que lo que poseía ha dejado de ser mío en el instante en que entraste a mi vida,
Bebe de mí si así lo deseas, sacia tu sed y tu cuerpo cuando lo necesites,
Descansa entre mis brazos cuando te sientas abatido
Y refúgiate en mi cuando sientas que no tienes donde ir.
Tantas cosas quisiera decirte, tanto es lo que quisiera entregarte, pero tú, tan grande y magno,
Un amante de la muerte, un enamorado del dolor ha puesto sus ojos en algo tan simple como yo y solo soy capaz de garabatear en una hoja estas pequeñas palabras buscando alcanzar esa perfección que emanas con tu sola esencia.
Toma este sentir, es tuyo, tú le has dado el alimento para fortalecerse con el tiempo,
Tú, que me has devuelto la vida en un segundo,
Tú, que me has tomado y que has visto y encontrado en mi lo que los demás desprecian,
Tú, que has observado a esta simple mujer y que le has permitido acompañarte mientras la vida lo permita,
Tú, que te has convertido en todo para mí, incluso en el latir de mi corazón.
Tú, el hombre, el demonio, el ángel caído, el enigma, el susurro de la noche, el viento que golpea en mi rostro, la lluvia que baña mis sentidos, el frío placentero que cala mis huesos, el calor que enciende mi piel, la persona que tanto amo, perdona mis escasas letras pero detrás de ellas, tú, mejor que nadie conoces su magnitud.
Déjame entregarte lo más valioso que tengo, mis letras, mi amor plasmado en ellas, mi deseo inconmensurable hacia ti, esta noche, ahora, dejo mi vida en tus manos, recíbela, dejo mi alma también, es para ti, mi corazón que ahora late con fuerza y rapidez al escribir, recordando cada gesto o palabra tuya. Toma estos humildes regalos, amor mío, toma este sencillo texto que ha escapado desde lo más profundo de mí para quedar en tu memoria.