Un amante más

Casi un siglo después de los ensueños
me encontré en el centro del planeta
dejándome cautivar por tu encanto,
lejos de las crisálidas verdes,
...en el penúltimo mito de mi diario.
Presumiendo de primer nivel en todo,
fumando en mi pipa de calabaza curvada
con los pies encima del sillón,
con electricidad en las miradas,
en la tercera utopia de los naipes.
En un soplo eterno se fueron los días,
en una noche entera conversando,
en un cálido café por la mañana,
en todas las tardes sin rumbo,
hipnotizado por el péndulo de tus ojos.
Eones de noches en vela y copas vacías
anunciaban el renacimiento de un gran amor
en el universo,un amor jamás contado,
como la quinta fábula en la evolución
y la ultima quimera en mí horóscopo...

 

Excelentes versos con personalidad en su idioma. Su dialecto interno se presta para una comprensión personal transferible. Un saludo