Un árbol con casa

Era el sueño de un niño construir

una casa con troncos junto al río

para verlo de cerca en su fluir

disfrutando las horas sin gentío.


Una a una juntando va las tablas

para suelos paredes y techados

y comienza poniendo bien clavadas

las estancias de sus hogares soñados.


Ya contento inaugura su proyecto,

terminado del todo en unos días,

cuando escucha un gemido, ¡eh, Matías!

¡que destruyes mi casa en el trayecto!


Sorprendido Matías se percata

de la sombra de un brote acorralado

entre piso y paredes custodiado

que le suelta ofendido una bravata.


-Este sitio, amigo, está ocupado

es mi tierra el templo que tu pisas,

mi tronco quien ahora descamisas

y hasta el aire y el sol tú me has tapado.-


Observando al pobre brotecito,

sometido a la cárcel con paredes,

modifica el diseño en los papeles

haciendo habitación al arbolito.


Juntos pasan los ratos de pescar

creciendo entre tardes y mañanas,

compartiendo las risas y jaranas

compañeros de vida y caminar.


Hoy Matías pescando con su nieto,

a la sombra de un árbol barrigón,

extendidas sus ramas del balcón

que de niño le hiciera en un aprieto,


cuenta el cuento del árbol protestón

que comparte su casa y sus recuerdos

y los días que a veces se hacen lerdos

junto al río y su árbol ochentón.

 

Hermoso cuento LUZ, es un placer encontrarme de nuevo con tu poesía, que siga la inspiración.

 

Gracias amigo, es un versicuento para niños, pensado para su deleite, que ya es mucho pretender... Gracias por valorarlo. Un abrazo.

 

¡Qué preciosidad de poema! Hay que tener muy buen ojo para hacer una casita en un árbol respetando el ecosistema y dotándola de una seguridad que tiene que durar décadas.
Matías fue recompensado por ello… y yo espero serlo algún día; que esa casita del árbol hace tiempo que está en la mente de este niño y no va a parar en el empeño. Sólo falta encontrar el emplazamiento.
Un abrazo Luz… voy a pensar en el proyecto.

 

Y es que solo los niños son capaces
de hacer una casa en el bosque sin por eso tener que destruír la naturaleza.
Besos amiga, ha sido un placer leerte
en este poema cuento plagado de sensibilidad y ternura.

 

Pues ánimo con ese proyecto que yo también tengo el mío y hasta un precioso y añejo algarrobo que me acoja. Nada mas precioso que la naturaleza . Encantada de recibirte por aquí y compartir contigo. Un abrazo.

 

Gracias Eladio, el placer es mío por tenerte de visita por aquí. Ojalá fuéramos como niños para cosas como esta, y aún para muchas otras, el mundo sería diferente. Un abrazo.

 

Me ha gustado mucho este cuentecito en formato de poema infantil.

Me encanta las casas en los árboles y los mismo árboles, por lo que la solución me parece genial.

Un abrazo

P.S. Vistas las dificultades y las quejas de los poetas cuando no entiendes, valoras o aprecias sus poemas, creo que me voy a dedicar a leer poemas infantiles.

 

Pues te recomiendo que lo hagas, y también que escribas para los niños, es como resurgir un mundo mágico y maravilloso. A mi me encanta... Además te encontrarás cosas preciosas que quisieras leer a tus nietos. Gracias por leerme.
Un abrazo.

 

No sé yo si sabré. Los niños nunca se me han dado bien. Debe ser porque yo soy un niño y me temo que nietos...no parece que ninguno de los posibles proveedores esté mucho por la labor, lo que no sé realmente si agradecérselo.

Gracias a ti, mujer.

 

Pues te animo a intentarlo porque hay que tener algo de niño para escribir para ellos y... quién sabe, igual hasta te sorprendes!!!!

 

Ya pero es que yo soy un niño que no quiere serlo ¿Entiendes?. No me gustan mucho los niños. Me dan miedo.

 

No será para tanto, jejeje.