Un Auto

Los autos son bonitos, siempre me han gustado o quizás no tanto, El primer auto que recuerdo debió ser un Corsar, era semidespintado un tío ojalatero lo pintó en el patio donde se guardaba, tenía quemacocos debió ser de gama alta en aquellos años a penas era un niño con primeras memorias, el quemacocos a veces nos cubría de la lluvia, otras veces no lo hacía de hecho llovía más dentro del auto que afuera, esos días de lluvia y de poca suerte en su arranque eran los peores, no me gustaba regresar noche del valle, sentía que tenía un poder mágico que al cruzar los dedos descomponía el auto y ya no era necesario regresar a casa ese día, pasó muchas veces y muchas veces me tocó empujar ese carro, a veces le daba pena a mi papá bajarse a empujarlo, fue también un auto de borracheras de mi padre.

El siguiente auto que recuerdo fue un Cavalier o caballero en Italiano rojo, cuadrado con escape deportivo, ese tuvo una historia partirular, quien vendió ese auto era un supuesto amigo de la familia que llegó a tocar la ventana enojado pidiendo el pagó, diciendo vale verga, se pasa de verga ese wey, mi mamá enojada le reclamó a mi padre que ya andaba de fiesta con el y que no tenía que llegar nadie a decir groserías en la casa, a lo que mi padre contestó gracias a ese wey subes las nalgas a ese carro, poco después un amigo de mi padre le pidió prestado ese carro para un fin de semana a cambio le daba su camioneta, fue un gran trato para mi papá porque con esa camioneta Chrysler con textura de madera nos dió dos viajes junto con más familia, en el segundo viaje se desvaneció, quedó estacionada en Hidalgo donde conocieron a los albañiles de la construcción de remodelación de la casa que debió haber durado 4 años, que tambíen serían sus compadres.

El siguiente Auto fue otro Cavalier, está vez a la Vista era más novedoso y fue el primer auto llamativo en la casa, tenía escape deportivo y desde a más de un kilometro era reconocible cuando se acercaba, ese auto llegó Junto con una prosperidad y abundancia de lo absurdo, sufrió un inundamiento y también una borrachera en la cual mi Madre Junto con mi hermana buscaron a mi padre en todas las cantinas de la región, lo encontraron y quería discutir, perderse y aventó las llaves del carro a las vías de un tren, en la madrugada varias horas buscando esas llaves lo mejor fue un cerrajero, en ese entonces ya iba en la secundaria.

Después recuerdo una pequeña racha con una Expedition Negra y muy al poco rato un vectra que definitivamente captaba la atención dek vecindario, en ese fue el periodo de discusiones y borracheras más intensas de mi padre, en aquel entonces yo invadido por el germen corrosivo de la pubertad y la televisión por cable quería y anhelaba ser el niño Blanco de la serie de comedia Americana Sitcom viviendo aventuras con cabello largo y popularidad, sin embargo mis posibilidades eran las monedas necesarias para ir en camión, tomar el metro para Ciudad de México todos los días, en medio de esa rabia de poseer y querer más de lo que merecía cuando escuché que mi papá le decía a Araceli Amiga de mi hermana con 3 hijos de distintos señores que la amaba y muchas estupideces más agarré un tubo de fierro y lo golpié en las piernas hasta dejarlo arrastrandose, cuando estaba gateando suplicando que ya no lo golpié llegó mi mamá y me arrebató el tubo, lo defendió, contuvo mi ira.

En ese tiempo mi madre ya tenía una Jeep liberty, se tornó en su fiel compañía de sus rutas y también de sus tareas de investigación sobre los pasos de mi padre, alguna vez galardonada a la mejor actuación del Mundo, mi padre andaba ebrio y uno de sus amigos del anexo de AA nos dió el pitazo, se había quedado sin Gasolina en vía alta de la autopista frente a un Centro commercial bastante concurrido, fuimos en taxi y llegando estaban los policías cual cuervos con sus linternas viendo qué había dentro, mi mamá bajó del taxi e inventó el mejor guión del planeta, Christopher Nolan, Steven Spielberg se quedan pendejos, dijo que la habían robado, que los asaltantes seguros se quedaron sin Gasolina y que fueran a atraparlos, obviamente los policías no mostraron actitud de perseguir ladrones y nos pidieron dinero para agilizar un supuesto tramite, al final fueron sólo un poco de dinero y gasolina.

El siguiente auto que recuerdo un Eclipse de Mitsubishi ya fue en mi etapa universitaria, en la cual tomaba un libro, escribía, suspiraba, deseaba con ansias un trago de alcohol puro para quitarme el sudor de las manos y una tensión en los brazos, en esa temporada con acostumbrada rutina, combi, camión, metro y alguna vez mi papá diciendome frente a Juan el carpintero que me sacudiera las nalguitas si quería subirme a su carro, Juan el carpintero era un alcoholico drogadicto, algunas veces hacía chistes de como se drogaba con estopa y esmaltes, a ese sujeto que acostumbraba reirse de toda la basura que decía mi papá para simpatizar, le cayó mal ese comentario, en el camino había mucha tierra, siempre llegaba con la tierra del camino y de las vías del tren con los zapatos pisados por cientos de personas que se amontonan en los bagones del metro.

Hubo un tiempo en que mi papá llegó a tener 4, 3 carros que sólo usaba el, los presumía, los mencionaba casi gritando, al día de hoy no tiene ningún auto, mi madre Sigue con el y tampoco tiene auto, es dura la vida sin auto, la he vivido más tiempo de lo que hoy vivo ya con un auto, sólo he tenido dos autos y tampoco los he creido míos al cien por ciento, para mi los autos tienen un nivel de salación, estos autos los divido en dos, el auto uno y el auto dos, el auto dos es Buena onda, parece refri, el auto uno es un cancer que me recuerda todo esto que estoy contando, es el resentimiento puro, la falta de respeto, la incredulidad pero sobre todo la falta de lealtad, afortunadamente no veo a mi padre y también no deseo ver el auto uno tanto como a mi padre.