Un cielo de caramelo.

Dejando aparte rarezas,
si rezas,
tu lastre sacudirás,
irás
levitando en feliz vuelo,
al cielo.
Un lugar de caramelo
exclusivo para el justo
y sabiendo que es tu gusto
si rezas, irás al cielo

Amadeo.

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Magnífico ovillejo en forma y fondo, querido Amadeo. Preciosa manera de expresar ese noble mensaje.
Con todos los afectos, un saludo muy cordial.
Salvador.

 

Que versos tan geniales los de tu místico mensaje, no me cans

o de leerle, marga con un beso

 

Hola Maestra: Tú estas en el apartado de rarezas pues vives en un cielo de poesía. Un abrazo. Amadeo.

 

Hola Maestro: Un honor es tu visita y escuchar tu aliento. Un abrazo. Amadeo.

 

Hola mi querida Marga: Cuando me miro en el espejo te veo y si miras mis ovillejos te quiero. Un abrazo. Amadeo.

 

¿Entonces? Ese cielo acaramelado nos espera con rezar, a ponerse a la labor, pero ese rezo no puede ir lleno de deseos fatuos, seguro que así no valdrá el rezo, saludos, muy buen ovillejo.

 

El dilema está en el sabor a caramelo, poeta. Yo soy más de carne, ya sabes, y no sé si se admiten esos caprichos en la corte celestial.
Un placer pasar por tu poema.

Mi abrazo.

 

Hola Arnet: En ese apartado de rarezas, están los que raramente rezan pero le dan al mazo;
para los hipócritas están el rezo, la adoración, el adoctrinamiento, la ostentación etc...Un abrazo. Amadeo.

 

Hola Vicente: Ese cielo gastronómico-erótico y un buen postre caramelizado, es una buena opción, jajaja.
Un abrazo. Amadeo.