Un deseo bajo el puente

¡Qué chiquita era! :

Aunque la vida me llevaba a crecer vertiginosamente, mi cuerpo y mente no alcanzaban tal exigencia. La mitad del tiempo, vivía en Fantasía. En los cuentos de hadas,duendes, Princesas y Caballeros. Por supuesto él era mi caballero, ¡Qué admiración sentía!
( No puedo amar a alguien que no admiro) Hablaba y para mí, todo lo que decía era cierto y lo que hacía estaba bien. Como el héroe de las películas.No era ser humano, era Dios ,( calculá los años que tenía ).

Me habían dicho que si pedía un deseo, debajo de un puente, cuando pasaba un tren, con mucha fuerza, se te cumplía.

Por supuesto, me fui muy contenta a la calle Superí, a dos cuadras de mi casa, allí había un puentecito, por donde pasaba el tren,( Mi hermano más chico, iba ahí a juntar lagartijas y bichos, o ponía monedas en la vía,)Me quedé bajo el puente, con una sensación, mezcla de que estaba haciendo algo prohibido o malo pero ,como en los cuentos, debía mágicamente seguir viviendo en Fantasía, y no quería que ese momento de amor total se perdiera. Cerré mis ojos y esperé.El tren tardaba y mi corazón latía en mis orejas. El estómago me susurraba,y las piernas cortitas me temblaban. Cuando pasó el tren, apreté los dedos y pedí que ese amor fuera eterno.

No sé cómo, pero rápidamente, estábamos viviendo juntos. Hasta el día de hoy. Hacen ya 37 años.