Un día sin ti

Un día sin ti, todo se volvió color gris; un día donde el silencio se hizo mi amigo, y la ansiedad de mirarte se hizo mi castigo. El delirio de no verte en el salón de clases, me hizo sentir nostalgia de tu figura, al no poder sentir tu aroma, y aquella sensación, donde tus miradas se cruzaban con las mías. Llegar el recreo y no poder hablarte, terminar las clases, y no poder acompañarte, hasta la esquina de tu casa. ¡Qué tristeza la mía! ¡Que dolor que siento! Porque no pude verte hoy; un día sin ti, sin tu compañía, sin tus ocurrencias, sin tu cariño.

Aquel día, me dolió tu ausencia; la ansiedad de verte, me trajo hasta tu casa, y sólo pasaba de repente, cuando te vi desde tu ventana; mi corazón alegremente no quería otra cosa, más que verte, hablarte, y decirte lo mucho que te quiero. Pero, ¡que timidez!, ¡qué vergüenza!, llegar a tu casa y decirle a tu madre que traía la tarea, aunque era escusa, al verte resfriada y algo indispuesta; un día sin ti, podría soportarlo, aunque no sé… no lo aceptaría.

La ausencia de tu ser, me trajo hacia ti, como un imán hacia el metal o como un forastero que busca agua en pleno desierto, ¡así me sentí! porque me preocupe al no verte, porque pensé que tal vez, nunca más te volvería a encontrar. Un día sin ti, me trae nostalgia, me hace extrañarte en la ausencia de tu ser, en la soledad y el silencio de no escuchar tu voz. Un día sin ti, es tan trágico que no sé soportarlo; aunque podría visitarte con alguna excusa, no verte en clases, es complicado.

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