Un maldito reencuentro

Un Maldito Reencuentro

Ella estaba esperando el día que apareciera, sin avisar, ante su cama.
Él después de mucho tiempo, y sin saber su paradero, al recibir su llamada pidiéndole que volviese a su lado, que lo extrañaba mucho y que lo quería, no se lo pensó dos veces y preparó su viaje.

Pidió unos días y un adelanto del sueldo en el trabajo.
Como era fiesta no pudo comprarle ningún regalo, fue al corral cogió la gallina más hermosa, le ató las patas y la metió en una caja.
La envolvió en papel de periódico y le colocó un lazo rojo muy grande
Hizo una pequeña maleta con lo más necesario, compró el billete de tren y a las dos horas estaba de camino, feliz.
Tan solo estaba a 40 Km., pero el recorrido se le hizo eterno.
Las ganas del reencuentro le pusieron muy nervioso, era muy vergonzoso
y de pocos halagos o palabras bonitas.
Copió de Internet algunas frases para aprendérselas y decírselas.

Llaman a la puerta y es él, con una sonrisa profiden y con el paquete en la mano.
Abre los ojos, extiende tus manos
-e ahí, tu regalo, ábrelo despacio porque el ruido la molesta.
Ella, lo abre nerviosa, esperando algo lujoso para ella y mirándole fijamente exclama,
-una gallina por Dios! …Que asco
-y… está viva, este es mi regalo.
Cabreado por el recibimiento la grita,
- con lo que me ha costado, pillarla, meterla en la caja y ahora ¿no la quieres?
- La regalaré al primero que pase y después me iré a comer una paella a la playa
tengo mucha hambre y tú no me lo vas a fastidiar el dia, lo disfrutaré a tope.
No quiero saber nada más de tí -
-No eres la persona que deje y con la que he soñado
todos estos años amable y cariñosa -
- Que lástima, con lo que yo te he querido y te quiero -
- Compraré un traje de segunda mano con mi sueldo tan mísero, no da para más.
La blusa de seda de la boda, la sacaré y que mejor ocasión para desempolvarla del altillo, antes que las ratas la devoren. -
- Tú sigue soñando con la pareja ideal de cuentos de hadas, tu príncipe azul.
Cuando despiertes y vuelvas a la realidad, me habré ido para no volver,
y entonces, con razón, seguirás llorando.

Techuaym (mío)