Un monstruo héroe

Destellantes y pesadas llamas se lanzaban a mi encuentro desde el interior de sus ojos; pugnaba la luminaria de su alma tierna por escapar y envolverme. pero la vergüenza que cubre como polvo mi corazón nunca dejo a ese colibrí encendido traerle alegría a las ruinas de mi vida.
Su besos de agua saciaron mi sed y su piel pulió mis escamas rugosas, y en las horas hartas de soledad inmunda sus palabras adormecieron mis miserias. Pero ahora, oh ahora, ahora naufrago en esta tragicomedia, en ideas vagas sobre acallar mis penas con el sello de sus labios a sabiendas de que no podrían hacerlo, porque solo yo puedo salvarme de tan inconmensurable desdicha, solo soy yo y la infernal guerra de la culpa y la inocencia que desde hace años y años atormenta esta mente enferma y caprichosa, solo yo abanico lecciones que aparecen indescifrables frente al ojo de quien no a sanado su pesar, lecciones que el amorfo tiempo deberá enseñarme si demuestro templanza ante la tormenta y el salino frío del presente.
Que adorable la intención suya de salvarme, de pedir mi canto mas alegre mientras que yo adoctrino mis sentidos para el dolor; mientras soy un mártir de pie ante el espejo, mientras escucho el placer de ser un sufrido sin consuelo en constante búsqueda de consuelo.
ella no entiende que esta dándole la mano a un fantasma ahogado y anclado al fondo del océano, aunque llegue su mano algún día a la mía, no podrá sacarme y terminara ella por ahogarse.
Para el bien de mis males se que solo yo puedo frenarle, porque es bien sabido que le amo y que a nadie deseo el peso de mis males. He decidió ponerle fin a este drama dándole mi peor cara, ocultando que mi intención en realidad es cuidarla.​