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Un plan perfecto...

Tema en 'Prosa: Cómicos' comenzado por topo, 22 de Enero de 2011. Respuestas: 2 | Visitas: 1592

  1. topo

    topo Poeta recién llegado

    Se incorporó:
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    Logró entrar en la empresa. Superó todas la pruebas. El Director y el Jefe de Personal no sospecharon nada. Cuando le preguntaron mintió con total seguridad, como si le hubieran ofendido.


    Ahora, en su primer día de trabajo, tenía que elaborar un plan secreto, y rápidamente. Cada vez que entraba y salía del almacén conduciendo el toro mecánico, apilando y desapilando la preciosa mercancía, observaba disimuladamente la seguridad de la empresa, los movimientos del personal, especialmente de los vigilantes y el encargado. Aunque no podía fiarse de nadie, dejar nada al azar. Descubrió la ubicación de las cámaras de seguridad. Las interiores barrían todo el espacio desde las esquinas. Allí sería imposible. Tenía que ser afuera, aprovechando los pasillos que formaban los palés. La única cámara exterior, en lo alto de un poste, tenía un amplio ángulo muerto justo en su base. Allí lo haría, entre los palés y la tapia del recinto exterior. Repasó cuidadosamente, palpando en los bolsillos de su mono, el material necesario. El pequeño bote hermético abultaba un poco en su cadera, pero bien podía parecer el teléfono móvil, o la cartera. El resto de los elementos ni se notaban.


    A las 9.30 se le aproximó el encargado para informarle que era la hora del almuerzo. Veinte minutos. El personal se reunía en una pequeña sala debajo de las oficinas. Había una máquina de bebidas y otra de café. Perfecto. Era la ocasión esperada. Le solicitó al encargado seguir trabajando, pues al ser el primer día no había transportado toda la mercancía que hubiera deseado, y tampoco tenía la costumbre de almorzar. Tuvo que insistir varias veces, y aunque el encargado terminó mirándolo como a un bicho raro, al final aceptó. Se quedó sólo en la nave.


    Condujo el toro debajo del poste, entre los palés y la tapia. Esperó un poco aún para cercionarse de que no le viera nadie. Una suave brisa reafirmó su decisión. Colocó el bote hermético sin la tapa sobre el asiento. Después sacó el paquete, el mechero y encendió un cigarrillo. Mientras inhalaba el humo azulado, sonrió, satisfecho de su astucia. El trabajo prometía...
     
    #1
    Última modificación: 20 de Febrero de 2011
  2. ROSA

    ROSA Invitado

  3. topo

    topo Poeta recién llegado

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    como te lo mando?
     
    #3

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