Un walicho del amor...

Tus indiferencias duelen en mi pecho…

Como una noche llenas de espinas…

Un sendero de silencios me acompaña…

Con luciérnagas sin destino…

La angustia revolotea en cenizas…

Que tapan las ruinas de mis deseos…

Al saber que mi juventud se volvió añeja…

Entre una vid llenas de solsticios…

Herrumbradas encontré sin querer…

Mis lágrimas caídas en el camino…

Lleno de suspiros del desamor…

Llegue hasta la galanura del rosedal…

Y preguntarle por qué me tratas así…

Si me prometiste que si te arrancaba…

Una rosa y se la regalaba a la mujer…

Que estaba enamorado, me iba a corresponder…

Y no cumpliste con tu promesa…

Yo miraba el rosedal esperando una respuesta…

Y solo dejo caer una hoja…

Que en su vuelo hasta el piso…

Como un arpeo de sonrisas….

Cantaba la melodía de la pena y el amor…

Un pimpollo que estaba por florecer

Me abrazó, y en un susurro

Deslizó, yo voy a cobijar, tus desazones…

Pero para que te quieran…

Debes jurar ante la luz del cielo…

Tu amor que será para siempre…

Y tu corazón, será correspondido…

 

Zapala un placer leer tan bonita historia con esos delicados versos
Un abrazo

 

Muchas gracias Dikia, por tu visita, mis saludos...

 

Gracias eternas querida bristy, porque siempre visitas mis letras, y dejas tu generoso comentario, mis saludos de amistad poetiza...

 

Ellos tienen a Cupido la Pampa a Walicho o Gualicho lo que les guste. Personaje travieso el tipo.

 

Muchas gracia por tu visista y comentario, Cris Cam, mis saludos cordiales...

 

Me parece una historia muy bella, un placer, saludos.