Una bomba de tiempo

Sólo un puñado de ricos posee tanta riqueza
como el resto de la gente que habita en el planeta.

Es un mundo miserable con una pobreza extrema
en tanto que algunos ricos tienen su panza bien llena.

Una gran concentración de riqueza en unos pocos
resulta una inconcebible obra de necios y locos.

Jamás están satisfechos con los bienes que acumulan
cual enfermos insaciables mala sangre les circula.

Existe una economía al servicio de unos pocos
un puñado de ladinos se está quedando con todo.

La desigualdad extrema que hoy existe en el mundo
está alcanzando valores insoportables y absurdos.

El entramado mundial de paraísos fiscales
permite a una minoría ocultar sendos caudales.

Para poder hacer frente a la pobreza mundial
es preciso eliminar esta gran desigualdad.

Tanta falta de equilibrio provoca gran descontento
genera mucha violencia y es una bomba de tiempo.

Ruben Edgardo Sánchez, 3 de julio de 2016

Ilustración: Pawel Kuczynski

http://miuniversar.blogspot.com.ar/2016/07/una-bomba-de-tiempo.html​

 

Ese puñado de ricos da préstamos a países corruptos como España. Los corruptos de España gastan ese dinero en aeropuertos donde no se vuela o trenes de alta velocidad sin pasajeros; en polideportivos para pueblos de 1.000 habitantes que no tienen gente ni para crear un equipo de baloncesto, en auditorios de 100 millones de euros vacíos (como el de León y cien más). En definitiva, que lo derrochan para cobrar sus comisiones del 3 ó 10% o lo roban directamente. Luego, a los españolitos, sus hijos y nietos les toca pagar unos intereses de 40.000 mil millones anuales de una deuda de más de un billón de euros (deuda impagable). Y, para preservar que la deuda se pague manejan los parlamentos a través de los medios de comunicación, medios que son suyos. Entonces, los españolitos, sus hijos y sus nietos deben producir más, trabajar más, vivir peor para saciar a ese puñado de ricos. Al producir más se acelera la disminución de recursos del planeta finito que tenemos; se crea polución, exterminio de especies, sobre población, abismo, hecatombe y... si hubiera suerte en el futuro, un volver a empezar porque los humanos somos imbéciles.

Y esta es la verdad del mundo capitalista.

Saludos cordiales.

 

Se me olvidaba... Y si se niegan a pagar la deuda, no se les parte las piernas como aviso y como hacen las mafias, se hunde al país en la miseria aunque ello conlleve miles o millones de muertos.

 

Así es. La riqueza enferma a la gente. La pobreza y la ignorancia también... y algunas "ideologías" mal llamadas de izquierda les dobla el alma.

 

Así es, Évano, lamentablemente en todo el mundo ha germinado la semilla del capitalismo, aquella que tanto daño nos causa a la gran mayoría de los pobladores de este planeta tan hermoso y tan castigado, hipotecando el futuro de las generaciones venideras. Agradezco tu visita y tus reflexivos y muy acertados comentarios. Recibe de mi parte un afectuoso y cordial saludo.

 

Es cierto y muy lamentable lo que está sucediendo en este mundo en donde reina la insensibilidad de quienes sólo piensan en la rentabilidad de sus negocios, incluida la guerra. Mis cordiales saludos para ti.

 

Muchas gracias, manuelo, por tu presencia en mis letras y por tus reflexivos y acertados comentarios. Recibe de mi parte un afectuoso saludo.

 

Por lo regular me agrada mucho el sentir de reclamo y denuncia, e incluso en ocasiones hasta llegar a la fuerza (en casos de defensa de vidas). Pero cuando noto que los reclamos se desvían y se apunta no a los verdaderos culpables sino a terceros... pues entro a revisar en detalle los puntos.

El capitalismo no es el "amo y señor destructor". La imagen fantasiosa del capitalista enajenado que con tal de ganar dinero es capaz de destruir sus fuentes de ingreso es solo propaganda.
Nadie en su sano juicio es capaz de matar a la gallina de los huevos de oro, porque muerta la gallina no habrán más huevos.
Ningún productor, comerciante o banquero es tan torpe para "sangrar" al mercado en condiciones cuando el mercado no posee capacidad de compra. Por el contrario, los mejores "capitalistas" han sido aquello que no solo pudieron producir y comerciar, sino que además empujaron a que los mercados se desarrollen y crezcan, a que el pueblo obtenga más capacidad de compra y por ende mayor independencia económica.

Los que si encajan en esa óptica de oportunistas que desean sacar el máximo provecho posible para luego salir huyendo son otros muy diferentes de los "capitalistas".
Los que si encajan en la óptica de obtener control absoluto sobre el mercado y los consumidores y mantener las riendas de ese control a perpetuidad han sido gente ansiosa de poder, también diferente de los "capitalistas".

No se entienda que todos los "capitalistas" son malos, o que todos los "capitalistas" son buenos. Ambos puntos de vista son falsos.

Claro que hubieron "capitalistas malos", pero ninguno de ellos pudo serlo sin el respaldo de los políticos de turno con leyes permisivas.
Y lo anterior es tan cierto, que en cuanto hubo un cambio radical en el gobierno, tales "capitalistas" tuvieron que cerrar operaciones e incluso hasta fueron procesados.

Hay que tener mucho cuidado cuando se apunta con un arma, sobre todo cuando no se sabe donde apuntar, cuando se apunta sobre conjeturas señalando a todos y a ninguno.

Concluir rápidamente que la culpa de la crisis es por el capitalismo, llevará a que los verdaderos culpables sigan haciendo de las suyas mientras los odios se destilan muy lejos, e incluso en inocentes.

No en balde se puede tener desconfianza de un musulmán, pero no todos los fanáticos dispuestos a morir por una yihad musulmana son realmente musulmanes.

Por cierto sobre el puñado de ricos, sería interesante revisar cuantos de ellos no eran ricos hace 20 años, y cuantos ricos de hace 20 años ahora no lo son.

 

Muchas gracias, dragon_ecu, por tu visita y por tus reflexivos comentarios. Me refiero más que nada a aquellos hombres de empresa que evaden impuestos y colocan su dinero en paraísos fiscales, a aquellos capitalistas inescrupulosos que financian guerras, que financian campañas de políticos esperando una devolución de favores, a aquellos que promueven la prostitución, el tráfico de drogas, etc.