Una corona de espinas

Ceñida en tu cabeza te corona,
Con brutales tratos te hacen rey,
Y en esa corono simbolizas tu tormento.
Que nada de extraordinario es en su época,
Susurras tus oraciones cuando el látigo muerde tu carne,
Descubriendo tus huesos sádicamente,

Con una capa envuelven sus viles actos,
La sangre empapa a tus verdugos,
Tus ojos se cierran ante la tortura,
Pero tu mente esta despierta,
Y tú alma intocable, tus creencias firmes,


Maestro fuiste, y ahora un simple criminal,
Juzgado por el hombre pues hombre eres....
Hacerte divino fue la patraña mas grande de la historia,
Cantan loas en tu nombre olvidando tu mensaje,
Olvidando tus verdaderos poderes,

No el convertir el agua en vino,
No caminar por las aguas, ni devolver la vista,
Su mensaje era amar,
Su vida fue un poema cargado de misterio,

La igualdad entre los seres humanos,
No existió la divinidad en ti,
Solo humanidad....

Fiel testigo de tu calvario fue Magdalena,
La mujer que te amó....
Que la historia no cometa tal horror,
Olvidar su nombre y su legado,
Aún como demonio os admiro,

Y al pie de la cruz os digo,
"Que el recuerdo de tus golpes no sean mas golpes"
"Que tu muerte no traiga mas muertes"

Y con una sonrisa irónica contesto,
"Sabes bien que no será así"
La suerte esta echada....
Ven a ver el camino que abriste...
Aunque no fuiste el único....


Lord Vélfragor

 

Querido Lord, aunque difiero en algunas cosas éste me gusto, porque al menos trataste de relucir lo que paso ese gran día en que Él dió su vida por ti y por mí. Y eso amigo es algo que no se olvida. Es la base pero no el final de la historia. Pues no hubiera valido la pena tal sacrificio si no hubiera sido porque resucito. Al termino de la historia eso es lo que mas vale. Lo demas: Los amores de Magdalena y otras cosas, son solo historias. Pero admiro la valentia que tienes al escribir y la fuerza de tus letras.
Besos amigo.

 

Buen poema, Mylord.

Un saludo.