Una flor en el ojal

Una flor en el ojal​

Los requisitos deben cumplirse, y la mejor ejecución es la suma de los recursos suficientes. Nosotros, los capaces que vagan según el punto de la infertilidad, somos cerebros con sus derechos y sus pesares. Aislados en las vacas flacas, pero ganadores de los humos obesos que son los premios científicos que humean los puros económicos, en los pagos pendientes y en los deudos collares de los abalorios consultivos del desarrollo común, colapsa, por el ánimo de lucro que deja, el establishment sin el poder mariano de los milagros.

La austeridad hace tiempo que provoca la desaparición financiera de la nefasta gestión, y las diferencias de fuerzas, en un continuo ir y venir y en un tira y afloja, se inclinan ante el talento que utiliza la imaginación para hacer del extranjero el Marcomir revolucionario. La prioridad, que es su gestión, desemboca en un mar de intereses, y un general inconveniente e inconvencible, galardona a la evidencia de quien cabalga sobre el hambre huyendo de la muerte. Entonces, el sistema generacional se jubila y es pupilo de una edad tan antigua como el trueque. El grado de envejecimiento supedita al gasto encubierto por la malversación de los caudales, cuyas aguas sin depurar nos conciernen y aun alcanzan. Al peligro de esa peste están exentos quienes provocándola dan lugar al mecanismo que abre el bunker para la élite, y la totalidad que atraviesa cada una de las partes es la única alternativa trashumancia. El canibalismo que en un tiempo fue de éxito, resucita de nuevo en las fauces de una sádica sociedad cuyos mandatarios, masoquistas para la gloria del mundo y la evolución de su apodo, mantienen la plaza, y el plazo adecuados del menú constituyente. El gesto, también íntegro a la derrota, cambia a los adjuntos militantes huyendo de las tropas en la solvencia colegial autodidacta de la escuela. Como testigo, y sin que exista la menor justificación, el informe determina la monstruosidad de la malformación, que impone el elemento devorador en la defensa de un convenio fomentado por el carril, y a través de la colaboración privada que dota a los extremos las actuales pautas a seguir.

El enriquecimiento del embargo, y el fraude consecuente, cuesta señalarlo, pero se define molinillo y se le atribuye tributario. Es evidente, y está bajo sospecha, que el saneamiento necesario para todo culo de vecino pasa por el levantamiento de la calzada, alquitranar de nuevo el pavimento y encarcelar a los disputados para que yano sea el congreso. Se impone el auto al patrimonio no declarado y se advierte de la necesidad de aplicar la ley por el bienestar colectivo. El cobrador, que va sin frac y usa toga y birrete, cree que está cumpliendo con su deber. Las distintas técnicas en la aplicación de las normas hacen que éste, siendo un deber, se convierta para unos en un derecho, y para otros en un crochet de izquierdas. No será el juez nunca imparcial, porque él mismo se somete a la voluntad del poder y, salvo excepciones, nunca impartirá justicia salvo aquella necesaria para que el sistema siga contaminando los materiales cínicos de la intervención. Los maestros, muchas veces, a través de sus tabernas confunden otras del mismo nombre, y enseñan con las máscara de las segundas a beber en las esquinas de las primeras. Los adictos se confunden, y sin ver propietario alguno se disponen a libar sin importar que el caldo no guarde denominación de origen. El romero milagroso justifica el esfuerzo, y como un macabeo insumiso peregrina lleno de jolgorio y fiesta en la lujuria de cualquier solsticio. Tiene mucha clientela la amante perfecta de grandes pechos. Exuberante, novedosa, besucona, disponible y familiar… Amor, salud, dinero y trabajo buscan un coleccionista sin clasificar. Coincidiendo con el planteamiento falso, el argumento de la ceremonia desampara a quien en busca de la verdad sólo encuentra el erotismo de una mulata abierta de piernas con una flor en el ojal.

Basándonos en la instrucción, magistral conforme a lo dicho, no existe la menor posibilidad ni el menor indicio de que sea una novedad, y sí más un anuncio anunciado por el fomento… Lo que permita andar al pastor será el necesario pasto para el rebaño.