Una historia indescifrable

Esta historia que les cuento quizá pudo suceder, en unos años obscuros donde solo existía el abuso y el poder. Me encontré con ella un día cuando solo caminaba por caminos polvorientos en la estepa castellana. De la fecha no me acuerdo, y de la hora tampoco, a mi mente solo llegan indicios convertidos en sofocos, de hechos que aunque increíbles el que los cuenta no esta aun loco.
Era un día soleado cuando el pueblo abandone, y como hacia algunos días a pasear me marche iba meditando yo y con la vista en el suelo, cuando sin saber porque, algo me cayó del cielo, era arto diferente y difícil de explicar, la forma que este tenía no parecía normal, y el objeto en cuestión no paraba de brillar, dando una sensación de un peligro señalar.
Después de mirarlo mucho sin entender que decía, busque esa solución que un problema tan complejo requería, e intentar buscar un sitio donde el objeto guardar hasta conseguir descifrar lo que con sus destellos decía.
Oteando el horizonte para el lugar descubrir, observe en la lejanía alguien que por el camino venia en dirección hacia aquí, me quede algo extrañado que en un sitio tan despoblado, hacia mí se dirigiera alguien que apareció de repente y con el que no había contado.
Sin salir aún de mi asombro ante esta disyuntiva, pensé en guardar el objeto en un hoyo que allí había, aunque enseguida comprendí que la idea no valía, pues esa bola en cuestión cuanto más se acercaba el sujeto, del interior de la bola más lucecitas ardían.
Observando los destellos y la secuencia que tenían, algo raro detecte que en ese momento sucedía, sin llegar a comprender si era el extraño la causa de los sucesos de aquel día, y que tantos quebraderos de cabeza sin yo buscarlos tenía.
Pero todo empeoro en cuestión de unos segundos, pues la bola que pequeña era, se hizo como la bola del mundo, aunque opaca y casi mimética que desaparecía por segundos, como intentando escapar por un agujero profundo.
Con gran estremecimiento ante los cambios sufridos, vi como por momentos en la esfera se oían ruidos, cosa extraña porque en su inicio la misma se parecía a un higo, aunque en el aire flotaba como vuela un pajarillo.
Aunque el cenit de la intriga llego con un personaje, que viéndolo comprendí cual complicado será el intentar convencer a quienes no quieren ver, que un humano es un montaje.
Era el personaje citado de estatura exagerada, con cabeza más bien gruesa y nariz muy achatada, los ojos como los gatos, con boca muy alargada y las orejas tenían como puntas de una espada, del pelo solo tenía él las ganas, porque la piel parecia más brillante que las ranas.


No lo pude comparar con especie conocida ni animal o vegetal aunque no era mineral, porque el mismo vida tenía, y lo pude comprobar cuando hacia mí se dirigía; al llegar junto a mí lado las piernas me flaquearon y sentí un escalofrío, que dejo mi corazón como el mármol, blanco y frio.
Desde aquel mismo momento que este ente me miro, comprendí sin preguntar lo grave de su misión, la boca nunca movió, sonido tampoco escuche y hasta el piar de las aves de oírlo en ese momento sin explicación deje; aunque una gran tranquilidad al mirarle experimente.
Después de breves momentos y que eternos se me hicieron ante mi vista pasaron sucesos y más sucesos, con hazañas y barbaries que en nuestro mundo ocurrieron y otros que ocurrirán si no ponemos remedio, advertencias ya cursadas desde el comienzo de los tiempos y que nosotros seguíamos creyendo que eran vulgares y viejos cuentos.
La advertencia ha concluido y caducaron los plazos, y por aquello que hicimos con mala fe, el juicio está preparado, para que rindamos cuentas ante el supremo juez y jurado, que será quien impondrá los castigos adecuados.
Al sentir estas proclamas que por mis oídos no escuchaba, es cuando cuenta me di que el personaje en cuestión grandes poderes portaba, y el instrumento esencial para la orden cumplir era una esfera ahora dorada, que esperaba la ocasión de cumplir con la misión que tenía encomendada.
Cuando tuve la ocasión de los labios despegar, no sabía que decir y tampoco que pensar, solo intente comprender está fatal realidad, que hace que algunos vivan siempre bien, haciendo fluir el mal, y al resto por males de otros, juntos al final nos juzgaran.
A partir de ese momento mi inquietud se disipo, y aquello que era antes negro muy pronto en gris se quedó, oyendo trinares nuevos cuando el silencio marcho, de la mano del personaje que igual que vino marcho, en una brillante esfera que por el espacio surco.
Jadeante y tembloroso entre sudor desperté, sin saber día ni hora y menos lo que hice ayer, y en mi cabeza bullía un sentimiento que tenía sin llegar a comprender, si aquello eran espejismos que en nuestros sueños de vez en cuando aparecen, o simplemente mensajes que como advertencias solo los Dioses ofrecen.
Hay que tener cuidado con los sueños que tenemos, porque pueden ser mensajes para que los descifremos, un sueño es la situación más cercana entre el cielo y el infierno, y puede que si descifrarlos no sabemos, quizás un día como otros al final no despertemos.

Joanmoypra/2011