Una historia

Un día, caminando por la calle me encontraba,
a pocas cuadras, a mi casa regresaba,
tenía prisa, pues el sol ya pronto se ocultaba,
fue cuando vi sentada sobre la acera, a una pobre anciana.

Mientras me acercaba, ella, a su viejo reloj consultaba,
llorosa y nerviosa, por todos lados, algo buscaba,
me paré frente a ella y le pregunté si algo necesitaba,
ella alzó su mirada mientras contestaba –no, gracias-.

Le dije entonces, si a algún familiar ella esperaba,
y contestó, - a mi hija, a mi niña- algo emocionada,
le pregunté que cuánto tiempo tenía de estar esperándola,
y contestó desconsolada, tengo todo el día aquí sentada.

Me senté junto a ella, para hacerle compañía y ayudarla,
le dije que su domicilio y teléfono me proporcionara,
la anciana me dijo, -no mi niña, eso no hace falta,
pues sé que no vendrá por mí, pues de mí está harta-.

La abracé con ternura y la besé en su arrugada frente,
la seguí abrazando y le dije, -ya veré qué hago para ayudarla-,
agregué- qué puedo hacer por usted, quiero apoyarla-,
y me contestó – no se apure mi niña, usted estará en mí siempre.

Ella me dio un beso en la mejilla,
y sonriente, se acurrucó entre mis brazos,
musitando – gracias, ya tengo lo que más quería-,
-usted me regaló una amable sonrisa y muy buen trato-.

Ella, cerrando sus cansados ojitos
y con una sonrisa en sus secos labios,
acaricié su blanco cabello bendito,
y se fue, con su último suspiro en mi regazo.

No juzgo a su hija, como ella fue, ya será juzgada,
y la ancianita, por su amor y fe, de sus tristezas fue liberada.

Piliveryblue

 

Es una historia (aunque todos los poemas tienen una), pero es una historia tierna y cotidiana. Escrito con sencillez pero con sentimiento sin ninguna duda. La autora es la protagonista definitivamente; y ser la protagonista en un hecho real ( a mi parecer) hace denotar la cristiana sensibilidad de la autora. Mis felicitaciones.

 

Muy tierna y dulce historia, que el ejemplo cunda en los demás
un placer leerte PiLI

 

Gracias amigo por tu bello comentario, gracias a Dios, que la ancianita aun está viva, llegó un sobrino por ella, he ayudado en algo a algunas ancianitas, y me encanta hacerlo, pues cada vez que una les entrega cariño, sus ojitos se iluminan y se sienten muy consentidas. Le quise dar un toque dramático, para que vean todo lo que se pierde y que sus valores salgan con amor de sus corazones, ellas lo dieron todo, ahora nos toca a nosotros darles, al menos algo. Abrazos enormes.

 

sin duda una historia real cruda, pero tierna, que gran corazon tienes, que dicha para la vejecita morir en tus brazos acurrucada, y bueno eso pasa a diario, me ha gustado tu historia, te dejo estrellas para tu corazon!!

 

Bonita historia, Pili. Bien pintada por tu pluma, con atisbos de melancolía, de tristeza, de dulzura y mucho amor.... es un placer leerte.

Big abrazos para ti.

Big

 

Una lección estética sobre cómo contar una historia en versos, y una lección moral sobre cómo tratar a los ancianos. Se nota que tienes una extraordinaria humanidad, Pili.
Saludos y estrellas, amiga.

 

Gracias mi amigo, por desgracia hoy en día, se ha roto tanto la armonía entre padres e hijos, todo por la ingratitud de los segundos, he vivido muchos casos tan lamentables como estos, y me un coraje tremendo, espero que los hijos aprecien y valoren a sus padres y a sus abuelos. Un abrazo y gracias por dejar tu huella.

 

Gracias por pasar por mis humildes letras, Maramin, y me es tan grato que te haya recordado uno tuyo, gracias por tu aprecio hacia esta historia. Un abrazo.

 

Gracias Sergio, te lo agradezco mucho. Espero lo mismo, que cunda el buen ejemplo, cuidar de los ancianitos, darles amor, cuidados y compañía. Abrazos amigo.

 

Hermosa y triste historia amiga

 

La magna esencia de amor al prójimo, pregnada en un hermoso versar, muy bello amiga mía, delata la integridad de tu alma.

 

Hola, gracias por tu precioso comentario amiga, para mí, es un honor tenerte entre mis humildes letras, hay que darle cariño a los ancianos, y más cuando no lo encuentran a lado de sus hijos. Un abrazo enorme.

 

Gracias mi dulce amigo Big big, me da tanta tristeza que algunos hijos e hijas sean tan crueles con sus propios padres y abuelitos, no es justo ese maltrato. Amigo, te mando un beso enorme. Gracias otra vez.

 

Hola Oscar, gracias por tu hermosa huella, la verdad, he ayudado a algunas personas, sean niños, jovenes, adultos y ancianos, y me es muy complaciente que me brinden sus sonrisas tan bellas, eso, amigo, es verdadero alimento para mí, poder dar alguna alegría. Besotes y abrazos, mi querido amigo.

 

Gracias, un placer de tenerte de nuevo. Un abrazo enorme.

 

Gracias amiga, un placer tenerte entre mis humildes lineas, un abrazo muy fuerte.