Una linda navidad para la pequeña Isabel

Esta niña de belén, se llamaba Isabel, y lo malo era que nunca podía celebrar la navidad ´porque era de una familia tan humilde que lo que tenía solo le alcanzaba para poder comer.
Como muchos niños de pueblo, Isabel era muy pobre porque viviendo en un campo, no sabía cómo trabajar para ayudar a su mama, y era muy rica porque tenía muchas ideas creativas para ingeniársela en tener una linda navidad y no envidiársela a los demás.
Un domingo como hoy, Isabel fue a la iglesia a orarle a dios y pedirle por su humilde condición, y surgió un milagro; una idea se le vino a la cabeza como un cocuyo alumbrando y ¡zas! La atrapo, salió corriendo y sonrió para sí misma.
El lunes en la mañana aprovechando que no tenía clases por el temporal de agua le dijo a su mamá:
_ Mama hagamos unas hallacas con el dinero de esta semana, así comeremos y ganaremos suficiente para celebrar nuestra navidad.
_ Hija es buena idea lo que me dices!
Madre e hija se pusieron a trabajar todo el día sin descanso, por el atardecer ya las hallacas despedían un agradable y rico olor de comida navideña despertando la curiosidad de los vecinos como una mano que los invitaba a disfrutarlos.
En un pliego de cartulina Isabel escribe “Se vende Hallacas” y lo pega en la pared de su casa, cuan grande fue la sorpresa al ver que los vecinos iban y venían a comprar las hallacas rico plato de la navidad.
Isabel y su mama se pusieron muy contentas al ver que lo que habían gastado se les había multiplicado con la venta de las hallacas dándole gracias a Dios y a la Virgen por su grandiosa bondad.
El día de navidad, en la casa de Isabel reinaba la alegría, la paz y prosperidad, tanto su mama como ella habían comprado muchas cosas bellas, un arbolito adornado de lo más lindo, un pesebre para darle la bienvenida al niño Jesús, regalos, y tarjetas para los invitados.
En el medio de la sala una mesa brindaba los platos más exquisitos para la cena navideña; la cual fue ocupada por Isabel, su mama y una multitud de vecinos que se prestaron hacerle compañía y recibir juntos la noche buena.
A las doce en punto todos se abrazan y emotivamente dicen: ¡FELIZ NAVIDAD!