Una Lira

Caminaba tu agüero.
La siembra dormida; el alma helada...



Para al alba; tan fiero,
Ver tu azul incendio, sobre queda voz
Que viva... Caminando hacia la nada.



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Y de nuevo, yacido;
Verte, bajo las sábanas baldías
De un abismo pendido.



Bajo la Luna fría.
Bajo la túnica obscura; negra hoz
De la muerte... Para hallarte prendido,
Tal vez, ¡Oh, nuevo día!



Camino.
Yo camino...

 

La Nada fue posible;
la euforia, un desvío
( proyección de Amor, gitana );
y la Nada, india nativa americana.


La Nada, que late a su manera,


como en Primavera,
que la sangre altera,
y aúna Gozo y Servicio.
Es decir que tanto sirves, tanto vales.


Tanto vales, tanto sonríes.


No puedes estar todo el día, de vacaciones.
No debes hacerlo, a menos
que necesites ignorar a tanta animadora
de baloncesto, que agita sensualmente ambos pompones.