Una mirada bella

Mi mirada me reclama
una mirada bella,
la mirada capaz de alejar
las nubes que ocultan las estrellas,
mi mirada,
que a veces peca
de brear en mis miserias,
me exige que de una vuelta
por las virtudes
que en mi reinan,
porque las hay
y esta es una de ellas.
Artesano de palabras,
orfebre de poemas
que son fotografías
de este fotógrafo
que con sus ojos versa,
buscador de la belleza
inherente en la rudeza
de esta vida
en la que tantas veces se tropieza.
Coleccionista de instantes efímeros,
tesoros en su mente eternos,
sensible,
enamorado de los gestos que impliquen
el más absoluto respeto,
profundo,
disfruta explorar su alma
y las que le rodean,
disfruta siendo el arca
de los secretos de su mundo,
el confidente invidente
y mudo
entre tanta gente que cotorrea.
Altruista de sonrisas desinteresadas
cuya finalidad es
encontrar sonrisas a su mirada,
empático enfermizo
que sacrifica su bienestar
si es de justicia,
prefiere descansar,
fomentador de virtudes ajenas,
las agarra,
las cose
y las hace bandera,
toda alma a sus ojos
tiene mucho que merece la pena
y se lo sabe mostrar,
no es humo,
en él es real,
sabe que no se lleva demostrar
lo que se piensa de los demás,
pero entiende
que en este caminar
que a todo el mundo pesa,
es agradable encontrar
a alguien que te diga
"¡Vales mucho chaval!",
pero también es espejo de defectos,
es cal y arena,
también muestra a los "perfectos"
lo que distan de la realidad,
paladín humilde de la humildad,
virtud
que a veces le acarrea problemas,
pero la honestidad
jamás será su dilema.
Experto quitador de hierro,
extrapolador profesional,
excelente rompedor de hielo,
incorregible truhán
de encorsetados protocolos,
no le van
los vacuos modos,
los "su eminencia",
los "si, mi general",
prefiere la distensión emocional,
jornada de puertas abiertas
de aquí a la eternidad.

Se que hay más hilo
pero mi mirada ya
ha conseguido
lo que buscaba,
se ha reconciliado
con el que narra,
porque ha visto
que es capaz de ver
sus virtudes y bondades
y que es capaz de componer
un poema de sus verdades.

23 de Abril del 2015

 

Extraordinaria divinidad de letras excelentes.

 

quien somos sino lo que vemos?

 

Gracias maestro

 

La maravilla del arte resplandeciente y divino.
La brillante calidad magistral.

 

Gracias Guan Yu... Seguiremos nuestro rastro

 

Gracias maestro

 

Maravilloso!!!

 

Muchas gracias Soraya... Sonrio

 

Letras rebeldes amigo Juan! las que no escatiman en ver nada más, las que buscan para encontrase a sí mismo, en el estallido de las emociones, vida y sensaciones. Gran trabajo compañero! saludos, feliz noche, y hasta pronto.

 

Gracias amigo y compañero de versos

 

Maravilla excelente de divinas letras preciosas.
Sobresaliente talento y la inspiración sublime.
Profunda obra de magnífica intensidad.

 

Gracias maestro

 

Quedas muy bie retratado
Es complicado escribir sobre uno mismo y ser objetivo.
Me gustó mucho Juan.
Un abrazo

 

no agradecí tu lectura ni tus palabras... mil gracias niña del sur!!

 

No hay que darlas

 

Una mirada profunda para ver más allá de lo exterior, me ha gustado mucho, saludos cordiales.

 

El tema de tu bonito poema me recordó este texto de Neruda que me gusta mucho.

De tantos hombres que soy, que somos,
no puedo encontrar a ninguno:
se me pierden bajo la ropa,
se fueron a otra ciudad.

Cuando todo está preparado
para mostrarme inteligente
el tonto que llevo escondido
se toma la palabra en mi boca.

Otras veces me duermo en medio
de la sociedad distinguida
y cuando busco en mí al valiente,
un cobarde que no conozco
corre a tomar con mi esqueleto
mil deliciosas precauciones.

Cuando arde una casa estimada
en vez del bombero que llamo
se precipita el incendiario
y ése soy yo. No tengo arreglo.
Qué debo hacer para escogerme?

Cómo puedo rehabilitarme?
Todos los libros que leo
celebran héroes refulgentes
siempre seguros de sí mismos:
me muero de envidia por ellos,
en los filmes de vientos y balas
me quedo envidiando al jinete,
me quedo admirando al caballo.

Pero cuando pido al intrépido
me sale el viejo perezoso,
y así yo no sé quién soy,
no sé cuántos soy o seremos.
Me gustaría tocar un timbre
y sacar el mí verdadero
porque si yo me necesito
no debo desaparecerme.

Mientras escribo estoy ausente
y cuando vuelvo ya he partido:
voy a ver si a las otras gentes
les pasa lo que a mí me pasa,
si son tantos como soy yo,
si se parecen a sí mismos
y cuando lo haya averiguado
voy a aprender tan bien las cosas
que para explicar mis problemas
les hablaré de geografía.

 

Muchísimas gracias compañera

 

Me encanta haberte recordado a tan gran escritor... ya quisiera!! jejeeje. Un gusto tu comentario, no conocía el poema y me ha encantado.