Una verdad que vive donde tu vives

Fue a un alguien que un día escuche decir, que el amor solo vive donde nadie vive. He pensado la posible tristeza de este alguien, que nunca a conocido el destello de las estrellas que emanan la luz y el calor de una romántica mirada, la que se torna en constructora de castillos de ilusiones en los cimientos del alma.

El amor yo lo he sentido cuando por ejemplo encuentro el destello de unos ojos que brotan de mis sueños e ilusiones.

Lo he sentido cuando los añoros y el tiempo juntos de la mano se han perdido en el pasado, abrazados siempre de ese mundo de ilusiones que nacen de los ojos de una mujer, de una señora que emerge de un secreto, que porto como silencio separado por una cerca, como cortina que aleja los vientos nacidos en esta sed que existe, de conocer el color ardiente que se esconde en tus besos.

Hoy mi pluma formara letras que te cuenten aqui, ante la luz y el relámpago del papel, la distancia refugiada en mi corazón que palpitan ilusiones navegando en la ruta de un buque que busca el puerto que sea huésped de este amor señora, que traigo en mis maletas de pasajero, pasajero si que gusta de bañarse en la espuma de tus besos que imagino embriagan como amapola, la ilusión que palpita en este mi mismo corazón.

Una mañana me susurraste que tu imagen nadie con letras había pintado el perfume de tu pelo, y mucho menos el silencio de tus ojos, que pobres fueron aquellos que como ciegos pasaron, cruzaron a tu lado sin sentir las tiernas vibraciones abiertas como flores, y que sola tu, usas para fertilizar los jardines donde el amor ardiente ese que sueltas de tu mirada, formen ese espacio donde mi amor señora quepa, exista y viva, aunque sea como un inquilino pasajero, y que pueda llevar entonces si, por caminos y veredas el recuerdo no de un invierno que encierra la tristeza.

No señora, ese día llevare portando y cantando la alegría del recuerdo de ese instante, en que tu y yo desaparecimos la cortina que nos separa, de una alegría que puede nacer como la edad dormida en este sabor terrestre.

Hoy día de memorias, melancólicos se conducen todos los enamorados con regalos, flores de colores y aromas diferentes.

Hoy en el dormitorio se ausentan los pensamientos y se pierden en lo trémulo del abrazo.

Hoy se enamoran los anhelos de los amantes como dos navegantes sin miedo al naufragio, pero yo señora amada, te invito sin flores de regalo, ni papeles de colores, a juntos besar la humedad tranquila que en el existir de mi mente crece alegre y dulce, formando el néctar que tu y yo, beberemos en la copa de algo que es como una sorpresa en este de repente de la vida.

Sal Troccoli

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