Uno de ellos

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Hace tiempo fue el desfile de la ciudad, en el cual participaron todas las escuelas y viendo el desfile, me acordé cuando hace un año, yo tambien desfilé. Cuando fui profesor de informática, me tocó desfilar junto con el personal de la escuela y los alumnos que podían (y querían) desfilar.

Curiosamente, ese día que desfilé (17 de noviembre) me sentí más como un profesor común y corriente que como alguien que podía ser como ellos. Era una sensación extraña pero que en cierta forma ya me esperaba, después de todo, no dejaba de ser "profesor" sólo por sentir una gran empatía hacia todos mis grupos.

La foto que encabeza la entrada, es la única que tengo donde estoy con uno de mis grupos de forma especial: después de nuestro convivio de diciembre antes de salir de vacaciones. Digo esto porque,a pesar de que tengo más fotos y videos con otros alumnos y grupos, esas fotos se tomaron en otros momentos, y cuando yo ya no trabajaba ahí.

Ésta en cambio, la considero especial por el momento en que fue tomada, el grupo con el que me tomé la foto y porque ese fue el primer grupo en terminar su curso completo. Pero retomando lo que decía al principio, en el desfile noté que la escuela donde trabajé desfiló con pocos alumnos, que la directora y la secretaria no desfilaron, que vi a mis ex-compañeros desfilando pero no vi a la persona que me sustituyó cuando dejé el trabajo, y también noté que no había alumnos de mayor edad desfilando, tan sólo jóvenes y niños.

Hace tiempo que ya no soy profesor, y para muchos de mis conocidos y mis ex-compañeros de trabajo, ahora soy un trabajador más de un ciber café como cualquier otro. Pero para mi familia siempre he sido especial, y ellos están orgullosos de quien soy y lo que he hecho desde que llegué a Nueva Italia. Para ellos soy un hombre que ha picado piedra desde abajo y para mi esposa, soy un hombre digno, valioso y que ha sabido superar los obstáculos.

Y para mis ex-alumnos, bueno, para algunos de los niños que les dí clase, soy Aldo; para otros sigo siendo "el profe". En cuanto a mis ex-alumnos más grandes, creo que nunca dejaré de ser el profesor del CECNI, el profesor que casi todos los dias era también, uno más de ellos.

Cada grupo tiene sus anécdotas y sus historias, algunas mas agradables que otras con respecto a mí, ¿quién pensaría que yo pasaría por todas esas vivencias?. . .