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Vampiro900: 23va. parte.

Tema en 'Prosa: Ocultos, Góticos o misteriosos' comenzado por rodrigotoro, 4 de Febrero de 2010. Respuestas: 0 | Visitas: 958

  1. rodrigotoro

    rodrigotoro Poeta adicto al portal

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    CAPITULO VEINTITRES: NUEVO ORDEN.

    Ya recuperado de sus heridas, Roderick se ponía de pie. La piel le dolía por el gran esfuerzo que había hecho al regenerarse.
    Estaba en su casa. Recordó lo sucedido, el episodio de su desafortunado enfrentamiento a Alejandra, e intuyó que Itrium le había traído de regreso hacia su antiguo hogar humano.
    Pudo notar que la barba en su rostro había desaparecido, como si la información genética, inclusive, hubiese sido sobre escrita por ese “mandamiento” de oscuridad imbuido por Itrium.
    También se percató que sus ojos no parpadeaban, y que no transpiraba ni sudaba.
    Se metió a la ducha, y en ella notó lo inútil de este acto: ya que los folículos de su piel no exudaban células muertas.
    Intentando experimentar con su nuevo organismo, una vez abandonado el cuarto de baño, encendió una cerilla y metió el dedo a la llama de la cocina a gas: el estimulo que sintió en su cerebro pálidamente significó algo. Al irse quemando la piel, pudo ver el hueso de su dedo anular exponerse
    Estaba absorto viendo como la acelerada cicatrización cerraba la herida cuando un olor particular se sintió muy cercano. Estaba precisando su origen cuando llamaron a la puerta.
    Al entre mirar por la ventana, cuidándose del dañino sol, pudo ver al padre Runei. No supo bien, pero vio peligro en la presencia de dicho individuo. Abrió la puerta, y al hacerlo el sacerdote extrajo una botella de agua bendita aspergiendo su contenido sobre su rostro. El efecto fue inmediato: las quemaduras si fueron grandes. El dolor se hizo insoportable. Runei repitió su ataque en varias ocasiones hasta que Roderick le arrebato la botella de un manotazo provocando que saltara lejos.
    -RUNEI: ¡Eres un demonio de la noche, un engendro de las tinieblas!
    -RODERICK: Si vino a darme un sermón padre, mejor márchese. Y tenga cuidado con ese líquido, quema mucho.
    -RUNEI: ¡En el nombre de Dios, te ordeno que retrocedas y regreses al infierno!-el clérigo extrajo una estaca, y se abalanzo sobre Roderick con la intención de clavar su corazón. Este Le dejó hacer, y al cuarto o quinto intento, aburrido del largo trámite, sujetó con su mano derecha el trozo de madera triturándolo en segundos. Acto seguido derribó al sacerdote, y puso una mano en su nervioso cuello
    -RODERICK: Escuche bien padre. Es cierto, soy uno de ellos como Ud. dice. Pero no soy un monstruo, no soy Alejandra Margoux. Hice un pacto, y entregué mi humanidad para acabar con ese animal mortífero que ambos hemos intentado atrapar durante tanto tiempo
    Ahora lo voy a soltar, pero no intente nada estúpido: Por su bien.
    -RUNEI: ¡Dios santo, hijo mío!..¿Que fue lo que hiciste..?-El padre se puso de pie. Roderick le indicó un sillón, y ambos se sentaron en lo que quedaba del living del derruido domicilio del ex detective-…Entonces, ¿eres un vampiro?
    -RODERICK: Después de todo padre, Dios, su Dios, no hizo nada. Solo se limitó a observar.
    Cuando aquella bestia de perro me atacó al salir de su sacristía, me contaminó con una enfermedad degenerativa que provocó que todo mi organismo se necrosase lenta y dolorosamente. El miedo me torturó inmisericorde, pensé que moriría. Pero surgió ante mí un ser aún más oscuro, un llamado “pura sangre”: Se identificó como “Itrium”. Me ofreció darme vida, esta clase de vida, a cambio de matar a Alejandra Margoux. Acepté sin pensarlo.
    -RUNEI: ¡Pero hijo, es una atrocidad lo que has hecho. No puedes volverte un demonio para combatirles! ¡Tu alma y cuerpo son un altar, y no tenías derecho a mancillarlos con esa oscuridad!
    -RODERICK: Mi cuerpo humano ha muerto. Pero descuide padre, que no viviré mucho. Si Alejandra no me mata, es extremadamente poderosa y rápida, Itrium lo hará: Tomará mi vida tras cumpla con el trabajo. Además, ya estoy muerto.-Roderick extrajo una navaja desde un cajón de una derruida estantería de reminiscencias modernas, y sin mediar palabra se cortó la aorta. El sangrado duró aproximadamente doce segundos antes de desaparecer.
    El rostro atónito del sacerdote era elocuente
    RUNEI: ¡Dios mío!
    -RODERICK: Ahora no soy más que un ente de destrucción. Y no tengo alma, solo instinto de conservación y mucho odio en mi interior. Pero le aseguro que matare a Alejandra, y todo terminará. Luego, Ud. deberá alejarse de toda esta investigación padre.
    No sabíamos a que nos enfrentábamos. Los humanos, por su propia mano, no podrán jamás enfrentar a estos seres oscuros. Debe alejarse de los vampiros y su inmenso poder por su bien.
    -RUNEI: Soy un siervo de Dios, y EL, con su omnipotente y dadivosa fuerza, me protegerá. Y para ti también hay esperanza hijo mío: La oración y la fe podrán salvarte.-Roderick hizo un movimiento rápido y tomó por los hombros a Runei azotándole contra un muro
    -RODERICK: ¡¡Dios no tiene el menor interés de involucrarse en esto. También puedo sentir su presencia, en todos lados, y le aseguro de que le da exactamente lo mismo lo que suceda con todos nosotros!!
    -RUNEI: Entiendo tu dolor Roderick, pero debes ser fuerte. Yo te ayudaré a sobrellevar esta cruz hijo. He vivido toda mi vida en la fe y su potestad, y tu actual condición me da más fuerza para creer en el poder de nuestro señor. El, siempre envía pruebas para que aprendamos a salir adelante y superarnos, y mientras más abandonado nos deja, es por qué espera más de nosotros…
    -RODERICK: ¡Le informo que ya no tengo Dios padre, solo un propósito: Y lo voy a cumplir!
    Ahora salga de aquí, que me cuesta trabajo reprimir mi instinto asesino.-Runei vio como los ojos de Roderick se volvieron opacos, perdiéndose en ese acto el último atisbo de Humanidad. El padre sintió el dolor de la derrota, y lentamente, cuando las fuertes manos de Roderick le liberaron, se dirigió hacia la puerta de salida
    Antes de abrirla, giró la cabeza. Y pudo ver a su antiguo amigo, de rodillas, mirar el suelo con la cabeza gacha y los puños apretados. La contrición de sus palmas era tal que la sangre brotaba de ellas
    Con el corazón apretado le habló, sabiendo que sería la última vez que podría hacerlo
    -RUNEI: La bala confeccionada con el colmillo de Alejandra, que estaba en el Vaticano, está en mi sacristía. Si la necesitas para matarle, puedes tomarla. Es una bala blanca, con una inscripción en latín que dice “[FONT=&quot]DEO GRATIAS”. Junto a ella hay un arma, que posee un percutor y cañón especial que acelera el disparo. Úsales, por favor, y que Dios te bendiga….
    -RODERICK: ¡¡Fueraa!! Y llévese a su Dios de acá para siempreee!!-sin decir nada más, Runei se fue con el alma compungida y gran incertidumbre
    Su amigo, había muerto entonces….
     
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