Velocista moral

La involución de perder segundos apáticos, en el lineal de una vida, retrotrae el tiempo a un punto exacto, recreando una proyección correctiva en base a un análisis transaccional.
Deliberará en síntesis con la inmediatez que requiere el verdadero comportamiento.
Vuela dejando estelas en el aire, con la furia veloz de un huracán.
Tal vez corra el riesgo de perder, cruza la agonía en una de esas tardes negras que me encantan.
Siete veces siete, para trasladar soluciones a un macrocosmos.
El infinito simbolizado en la vitalidad misma de la sangre.
Otorgando un modelo decisional de consciencia, capacidad y espontaneidad.
En busca de conciliación mente, cuerpo, alma, bajo una gobernabilidad trilógica.
Destella perenne un mensaje aleatorio con afán de percibir un poco de compasión, a la hora de la descalificación moral que sostiene a la razón.
Los rasguños a alta velocidad, no los siento, caen sus miradas impolutas, estrepitosas, ya no sabrán mantenerse de pie, a orillas de su propio mal.
Una vez más, me veré en el reflejo del aire, como a un velocista moral.