Vencer la muerte (Musa) (APTO)

Vencer la muerte​

Tal vez sólo el amor, el amor puro
pueda vencer la muerte y un poema
nos dé la eternidad. No habrá dilema:
su suerte marcará nuestro futuro.

¿Podrá ser la poesía el anatema
conjurador de muerte y del olvido?
Podrá ser el amor único nido
que sirva de refugio ante la quema?

El amor con mayúsculas leído
es motor que embriaga y enloquece,
borrachera fugaz, desaparece
con el último rastro de un ronquido.
Es el amor humilde y sostenido
el que sin ruido vence la estridencia
en la vida tatuando su excelencia.
Si la suerte es ingrata no se inmuta,
con sigilo reduce la disputa
y recobra el timón de su existencia.

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Esplendido comentario que dedicas a mi poema, me ha encantado y mi ego vuela de contento, gracias, amiga Cascabel...:::hug:::

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Celebro que te gustara, amigo Brujo, todos nosotros pasaremos al olvido pero a lo mejor alguno de nuestros poemas nos sobrevivirá...:::banana:::

:::triste:::​

 

Maestro que buen poema como todos ellos FELICIDADESSSSSSS

Ó
Con este poema saldrás sin polenda,
tu campeón vencedor y no vencido,
que con camino recto vas, sin enmienda,
a la muerte darle bien su merecido.


bravoooo Maestro

Felipe de Jesus Legorreta (lacandoni)

 

Si ante la muerte caigo rendido
quedarán tras mí huellas de mis letras
así no quedarán en el olvido
grabada como están sobre las petras.

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Amiga Armonía, celebro que te haya complacido mi soneto.

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Y a mi me encanta tan amable comentario, amiga Xesara, lo tomo como un amistos, aunque algo exagerado, homenaje...:::banana:::

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Celebro que te haya gustado tanto, me cuelgo los laureles, se acaban los aplausos y con gran inclinación el actor repite ¡Gracias!

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Celebro que te gustara, Era, es un placer verte por mis versos...:::banana:::

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Celebro no sólo que te haya impactado mi poema sino también por tener parecida opinión sobre este incomprendido sentimiento.

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:::blush::: ​

:::banana:::​

:::sonreir1:::​

:::hug:::​

Dulce miel la alabanza, me empalago,
me extasío, me duermo en los laureles
y se llenan mis ojos de oropeles
sin medir la justeza del halago.

Me embriaga la dulzura de este trago,
van llegando al Olimpo mis bajeles
y hasta veo mi nombre en los carteles,
por la fama y la gloria, alegre, vago.

Egöísmo, tal vez egolatría,
surge fiero en mi espíritu indolente,
soy un genio, divina es mi poesía.

Histriónica, infeliz, casi demente,
mi carcajada suena al ser de día,
al despertar, real es lo evidente.

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