-Venezuela entre sombras-

En septiembre de 2016 denunciaban la detención de más de 90 opositores en Venezuela durante tres días. Escalada que coincide con la celebración de la “Toma de Caracas”: Multitudinaria manifestación opositora que según el presidente, Maduro, escondía un intento de golpe de estado abortado.

La detención de Goicoechea se une a la de Leopoldo López, de su mismo partido, acusado de colaborar con el imperio norteamericano.

Actualidad es el reclamo que el 4 de setiembre de 2016 tuvo lugar en Madrid, donde unas quinientas personas, según la Policía Nacional, marcharon por el centro de la ciudad como réplica a la manifestación del día 1 en Caracas, para pedir que este año se celebre un referéndum revocatorio del mandato de Maduro, pero también que se abra un canal de ayuda humanitaria a Venezuela.

Presidente desde abril de 2013, Maduro es un católico de origen judío quien trabajó de guardaespaldas y conductor de autobús. Y que llevó a cabo en 2013 una ley habilitante contra la corrupción y para luchar contra la “agresión del país más poderoso del mundo: EEUU”.

Asimismo, propuso una ley de desarme y apoyó la lactancia materna.

En abril de 2015, 33 líderes mundiales emiten un manifiesto contra el gobierno de Maduro: “Declaración de Panamá”. También solicitan que “suelten a los presos políticos y que no haya violencia e las calles”.

EEUU denunció “la erosión de las garantías de Derechos Humanos, la persecución de opositores políticos y las restricciones a la libertad de prensa”.

A pesar del petróleo, en 2016, la economía volvía a caer en recesión en tres semestres consecutivos y con un retroceso del tres por ciento en su PIB.

De nuevo ese mismo año se pidió un referéndum revocatorio contra Maduro, quien sostuvo que tras el existían planes de ejecutar un golpe de estado.

La oposición anunció que realizarían nuevas manifestaciones el 7 de septiembre.

Maduro es fiel heredero de Hugo Chavez, quien en 1998 se convierte en Presidente de la República de Venezuela, ante el deterioro económico, político y social del país, donde el negocio más prospero es la corrupción. Populismo, anti-imperialismo y celosa defensa del petróleo fueron su fórmula, heredada por Maduro. Así como estrechas relaciones con Cuba y China.

Venezuela es pues un país que se mueve en un oscuro entramado político-social en el que las libertades públicas y derechos fundamentales aún no han sido conquistados. Y cuya subsistencia es segura debido al oro negro, en el que tan interesado está EEUU.


Kiko Cabanillas.