Verdaderos dueños del mundo.

No sé qué más escribir.
Lo he intentado todo.
Disfruté, siendo brillante.
Como un puerco, en el lodo.


Ya, jamás podré contribuir.


A la Literatura de la raza humana...
Porque rocé la fibra del Continuum Tremendo o sin-fin,
que se parece a China entera, y también, a Francia.
Son muchos súper-universos, como burbujas, que se expanden o se contraen.


Mi cerebro es como un teléfono, para comunicarme con el Padre.


Pero también, junto a su antítesis, que es Temor-Maldad o Demiurgo,
concibo la humildad serena, y lo considero mi aliado.
Sin embargo, es el Amor-Bondad del corazón, el dueño de la Divina Comedia.
De esta película de cine, que se está rodando, y de su banda sonora.





En Dios, no caben el enojo, ni la risa. Procuremos no reír, y no enfadarnos.