Verso para nadie

Me amarro a tu cintura de escarcha
con la trompa del elefante muerto
cabalga mi lengua tus poros
cayendo en el abismo de tu nuca,
hay árboles enteros
que persiguen mis pasos,
corro huyendo de mis piernas
que descansan a media tarde
y alcanzo con dedos de mantequilla
la tibia humedad de tus adentros.

Devolver la vida a la grama
en esté jardín de flores secas
es milagro perdido en el inicio
salgo a encontrar las mechas de mi infancia
a caminar por tus cejas minúsculas
hasta el nacimiento de tus ojos,
para saciar con tus lágrimas
la sed de mis caballos.

 

Qué proeza. Llorar un manantial. Qué mujer tan triste, ¿ Verdad ? Tuvo que llorar ocho días seguidos.

 

Que bello, me gusta mucho como escribes amigo Joel, buscas imágenes y metáforas muy personales y originales que le dan un aire muy tuyo a tus poemas, ser genuino es un punto a favor para el poeta. Un abrazo. Paco.