Viaje a la sobriedad.

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Al momento de depositar el boleto del metro, su mente viajaba dos estaciones atrás de él. El éxito, la camisa bordada con sus iniciales que le daba un magnifico estatus entre los estatutarios; su vida, todo en ruinas.

Bajó con la mirada gacha las escaleras, abrió la chamarra y extrajo de ella la botella de alcohol casi llena, la botó al cesto de basura.

Su mente avanzó velozmente, él estaba ya en el andén cuando ella iniciaba su marcha una estación atrás de él.

Sabía que sin ayuda jamás saldría de su adicción, desdobló el folletín con la dirección del grupo de apoyo, a modo de juramento se inclinó como para recoger su dignidad del suelo justo en el momento en el que su mente arribó a bordo del tren naranja a la estación, entonces, su mente alcanzó de un golpe a su cabeza llevándolo de inmediato, a su destino.


Due® 13.08.10

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Creo que donde ha llegado se curan todas las adicciones. Espléndido relato de una persona en peligro de exclusión social que tratando de luchar para salir del hoyo sufre un desafortunado accidente. La vida no da tantas oportunidades.

 

Es la mente, la ayuda, y el deseo de salir adelante lo que nos hace superar las adicciones. No se debe temer el pedir ayuda.
Ojalá me pase eso con el cigarrillo.
besos Fran, excelente micro

 

Hola Francisco, nunca es tarde para rehabilitarse, yo lo estoy pensando con un vicio que me trae de encargo, espero que no me ocurra ning[un accidente cuando lo intente. Saludos y estrellas
+SONRIE!

 

Todo es mente, sin ella nada es posible...excelente como siempre mi querido, Frank....abrazos y estrellas

 

así es la vida no da muchas oportunidades...gracias mi estimado amigo, un abrazo fuerte

 

Además de saludarlo, don Francisco,
lo felicitamos por el relato.
Nos gustó por la parte poética que rezuma.
Un abrazo.

XCX

P.D. nos referimos, evidentemente, a la forma de narrar.

 

Un relato de lo que a mi parecer es una epifanía. De esos momentos
donde te encuentras y de pronto sabes de donde vienes, adónde no quieres
regresar y más importante saber adónde te diriges.
Como siempre me pasa con tus escritos para mi son tan claros como una fotografía,
para mi eso es lo que te da tu estilo.
Igual como era de esperarse un buen poeta escribe buena prosa.
Un gusto visitarte, ya tenía un ratote sin hacerlo.
Por cierto ya me "estrené" aqui en los microrelatos, por si gustas darte una vuelta.
Un abrazo enorme.