Viaje sin retorno.

Hace tiempo comencé un viaje, un viaje el cual no quiero terminar, uno que me llevó a un lugar lleno de luz, que me vistió con su resplandor, que me atrapó en su color. Me dibujé a lo largo del camino, me combiné con aquel hermoso matiz que destella una belleza encantadora, un encanto que logró atraparme en su travesía, incomparablemente celestial, incomparable mar, incomparable cielo.

Un gran espectáculo se posó en la extensión del trayecto, incomprendible, fijo, modelando lado a lado, escondiéndose, solo para volver a salir una y otra vez, misterioso, tentador, tierno y lleno de alegría. La noción del tiempo desaparece sin dejar rastro alguno, las horas no son nada, los dias son pensamientos, las semanas son ideas, los meses son letras, y los años, los años no existen. Me perdí, pero extrañamente no quiero encontrar como salir. Cierro las velas de mi barco, me deslizo solo con el aire en mi avión, no dejo de admirar tan perfecta imperfección, océano indomable con vientos bestiales, aguas pacificas y roces delicados de su brisa, una paradoja de existencialismo inexistente.

Lo veo, sí, a lo lejos, una preciosa jema inmensa, negra y esplendorosa tal cual ónix, ahí, en el horizonte, la atracción de aquel oscuro resplandor del hematite, un agujero negro a mi juzgar, entrar y no salir jamás, descubrir sus imposibles, y volverlas posibles, encontrar sus tinieblas y transformarlas en gloria luminosa. Me dirijo hacia ayá, quiero contemplar; contemplar ese universo detallado en tan diminuto espacio, quiero sentir; sentir el éxtasis del regocijo a distancia con mi reflejo proyectado, quiero crear, mas no construir, dejar la naturaleza crecer, verla florecer, quiero avanzar sin avanzar en este viaje sin retorno, en el cual no existe final. Solo el imaginar concluir esta odisea me provoca anhelar no imaginar.

El camino esta por terminar, pero este tournée tiene programada otra parada en un sitio gemelo.Par de galaxias esféricas, mi mundo dentro de ellas.El ónix de una se dilata escondiendo más y más su mar, la hematite de la otra lo hace escondiendo su cielo.Se esconden, se dejan ver, vacilan... me miran.

Tiempo ya de emprender este viaje, lo curioso es que acaba de empezar.